#VenaCava
Las visas de la legalidad
POR KARLA RUSSELL
¿Hasta dónde un documento puede acreditar tu calidad y dignidad humana? A veces parece todo acto de presunción el
portar un documento de tal y cual naturaleza, como título de Nobleza de antaño.
Y sí, que te nombren y te registren legalmente te da derechos constitucionales y humanos.
Debería ser a la inversa, primero lo humano y luego lo constitucional pero no, cada país y político tiene su valía y orgullo para cualificar lo que es digno e índigo; grato/non grato.
Y tal parece que la disrupción elitista de las visas y sus revocaciones traen consigo aspectos positivos para EEUU, aunque su afluencia turística baje.
Alguna vez, en Veracruz, hubo un funcionario que se jactó de un lleno total en la realización de un Carnaval; tanto que se veía gente durmiendo en las calles por falta de hospedaje.
Un reconocido periódico respondió a esto con un titular breve: Turismo deJícama y chanclas abarrotan la ciudad.
Tristemente, hay ciudadanos de calidad cuestionable y por eso, revocar VISAS, lejos de ser una purga política, también es en gran medida un cuestionamiento social y moral.
¿Es legal que te fichen por algo que se ve mal en otro país? ¿Es moral que tus grados académicos o posición económica te defina en un papel?
No debería, pero la ironía es que los trapos sucios que no se quieren lavar en casa, el vecino los exhiba y si, a veces el vecino no necesariamente puede ser el mejor, pero sabe cuando hay fiestas, todos quieren visitar su jardín y cobra muy caro la visita.
Ir a ciertos países es un lujo, pero tener VISA ahora es como mostrar que lo vales. Y si la constitución ahora pesa más que el Derecho Humano, los mexicanos deberíamos de cuidar lo que ahí se escribe y por quién.
