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19 abril, 2024

Lo que bien se dice... bien se entiende

Bienvenidos a bordo

La frase más común que se usa en una embarcación sea por el medio que nos imaginemos es, “Bienvenidos a bordo”, que además de cálida, es incluyente e indica que quienes están ahí viajaran juntos hacia un mismo destino y con ciertas condiciones y reglas de viaje, aunque también con sus respectivas diferencias.

Es importante para tener un viaje placentero y seguro que la embarcación cuente con un capitán, el cual debe ser experto en diversos temas de navegación y conducción tanto de los integrantes de la tripulación como de los controles que hacen que todo lo demás funciones y poder llegar en condiciones óptimas a buen puerto.

Quienes viajan en dicha embarcación depositan toda su confianza en la tripulación y su capitán, están seguros que pasaron por procesos de selección estrictos y que cuentan con los conocimientos amplios para enfrentar cualquier situación durante el trayecto, muchos de ellos hasta duermen tranquilamente durante el viaje con la certeza de que están en buenas manos.

Imaginemos que para conducir un avión o una embarcación donde usted viajará, le dicen que al capitán que estará a cargo le solicitaron como requisito, únicamente los que incluye el artículo 82 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, entre los cuales tiene como principales, ser ciudadano mexicano por nacimiento en pleno goce de sus derechos, hijo de padre o madre mexicanos y haber residido en el país al menos durante 20 años y tener 35 años cumplidos al día de la contratación, entre otros. ¿Viajaría usted con tranquilidad? ¿Permitiría que su familia viaje en ese avión o barco?, aun si le ofrecieran mil pesos de regalo ¿se arriesgaría?

Amigas y amigos, nos encontramos en una situación similar sin darnos cuenta o sin analizar mucho la gran responsabilidad que tiene el capitán que conducirá el barco llamado México y más aún la gran irresponsabilidad de quien levanta la mano para proponerse como una opción sin realmente hacer conciencia de la gran cantidad de conocimientos técnicos, habilidades, competencias, conocimientos de leyes y experiencias para llevar a buen puerto a nuestro país y más aún la gran tripulación con la que debe contar para apoyarse en las diferentes áreas.

Por esa razón es muy importante e indispensable que se eleve el nivel de exigencia, ya no del contenido del artículo 82 de la CPEUM, sino de cada viajero que para tal caso sería cada mexicano en el cual recaerá la decisión de votar por el próximo capitán de la embarcación más preciada por quienes habitamos este extraordinario país, y para tal efecto más que ciencia lo que se requiere es conciencia para valorar y analizar con lujo de detalle, en manos de quien pondremos el futuro viaje que durará 6 años y que muchos querrán tener la tranquilidad de viajar durmiendo o tal vez muchos ni siquiera han despertado para poder diferenciar y decidir. Despierta y “Bienvenidos a bordo”, el barco se llama ¡MÉXICO!

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