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junio 15, 2025

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Día de las Madres

Día de las Madres.

El pasado 10 de mayo se celebró una edición más del Día de las Madres en México, fecha en la cual las familias deciden reunirse en torno a una figura ciertamente central en la cultura mexicana. De hecho, hace unos días me reuní con una maestra de lucha, quien conoce con repudio el origen y motivos de esta celebración.

En realidad, el primer país en oficializar como tal un llamado Día de las Madres, fue Estados Unidos de Norteamérica, al establecer, a partir de un decreto emitido por el Presidente Woodrow Wilson en 1922, cada segundo domingo del mes de mayo como el día en que se conmemorará a aquellas mujeres quienes, mediante reuniones periódicas, demandaron la construcción de acuerdos de reconciliación después de la guerra de secesión.

Sin embargo, en México la historia indica que fue el Secretario de Educación Pública José Vasconcelos, quien, en un acto deliberado para intentar evitar que las reuniones de mujeres en la Ciudad de Puebla en pro de su Derecho a votar, fueran tomadas como ejemplo de lucha por las mexicanas, impulsó la creación de una fecha que pusiera el énfasis en el concepto religioso de mujer y sus roles derivados que van desde el de la mujer sumisa, esclava de las tareas domésticas, hasta la versión moderna, una mujer “luchona”, madre ejemplar que acude a su domicilio a continuar con las tareas del hogar propias de ella, soportando incluso vejaciones y violencia de parte de los varones del hogar, encabezados por su esposo.

No obstante y a pesar de estos antecedentes, la madre mexicana sigue siendo objeto de discriminación, hostigamiento, sometimiento y abuso por parte de los hombres que la acompañan. Pareciera que el 10 de mayo, para muchos, es un buen día para hacerle fiesta y reconocerle la gran labor de educar, alimentar, vestir, limpiar y demás que como madre adopta en la mayoría de los casos.

En el Congreso de la Unión aprobamos una serie de Reformas Constitucionales presentadas por la Presidenta Claudia Sheinbaum, que establecen la igualdad sustantiva, ejemplo de que paridad no es sinónimo de igualdad. Esperemos que en el futuro cercano hayamos entendido que la mujer es, como tal, un ser humano tan digno como somos los hombres, que debemos ser su compañía, respaldo y fortaleza, como ellas lo son de nosotros.

Sin embargo, quedan excluidas las consideraciones para aquellas madres quienes han perdido a sus hijos y los buscan con esperanza, sin descanso y llenas de dolor. Para ellas, nuestra solidaridad.

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