QUINTANA ROO.-El 14 de septiembre de 1988 es una fecha que para muchos de los que vivían ya en esa época en Cancún la mantienen viva en su memoria, y es que 30 años parecen nada, pero lo cierto es que el paso del intenso huracán Gilberto categoría cinco dejó huellas difíciles de quitar.
De Gilberto a la fecha fue el despertar violento del desarrollo en Cancún, el principio del resultado que estamos viendo ahora, incapaz de crecer en vialidad, seguridad, servicios, infraestructura ideal, dijo Alberto Charles Saldívar, presidente honorario de la fundación “Amigos de Sian Ka’an”.
Como fundador en ese tiempo ya veía como iba creciendo Cancún y empezaba a ver una serie de aguas turbias en su desarrollo y el resultado de la ayuda para la reconstrucción fue muy rápida y empezó haber ciertos abusos en cuanto a materiales y propiedades, ya que como no había autoridad lista por el cambio dramático era todo un manjar a los pies de muchas personas.
“Recuerdo que duró bastante horas aquí, era monstruoso, gigantesco y pasamos noches muy complicadas, andábamos a las carreras recogiendo cosas porque lo único bueno que tiene el huracán es que te avisa”, señaló.
Contó que la otra reacción es que hubo mucha solidaridad, al tener Cancún en ese tiempo características de pueblo hubo muy poco vandalismo, varias supermanzanas del centro de la ciudad quedaron hasta tres semanas sin electricidad por el desastre natural, sin embargo, hubo mucha colaboración ciudadana una experiencia, bonita e interesante cargando los árboles caídos, limpiando los lugares hasta donde pudieran.
Tiziana Roma Barrera, presidenta de la asociación civil “Identidad Histórica y Cultural de Cancún”, comentó que se decía que acá no iba a entrar nunca un huracán, por eso se hizo la zona hotelera, pero entró y se rompió desde aquel entonces el conjuro.
Recordó que apenas llevaba dos días de regresar de estudiar del extranjero y que el sonido del viento esa noche era impresionante, luego de su paso la devastación fue total, sin luz, sin comunicación, solo la torre de Radio Cultural Ayuntamiento era lo que quedó en pie y era la única fuente de información. (LICETY DÍAZ/GRUPO CANTÓN)