Un terreno de 37 hectáreas, fue el capricho de la esposa del gobernador; por lo que a base de mentiras y amenazas le “compraron” el lugar a un abuelito de 72 años
Cristina Escudero
Grupo cantón
Cancún. El gobierno de Carlos Joaquín González pasará a la historia negra de la corrupción por realizar el mayor número de despojos de predios de alta plusvalía en contra de ciudadanos vulnerables que llegaron vivir al estado desde hace más de 40 años y quienes han sido víctimas no sólo de los malos funcionarios, sino hasta de la misma familia del gobernador como el caso de su cuñado José María Rejón de la Guerra quien a través de Cecilia Yvette Castillo Parra, obligó a don Antonio Manrique Mac, un anciano discapacitado de 72 años y de origen maya a “venderle” su predio porque simplemente “le gustó mucho el rancho” a la señora Gabriela Rejón de Joaquín.
#Video 🔴 Al estilo @betoborge, @GabyRJoaquinOf y su hermano, cuñado de de @CarlosJoaquin, despojan de un predio a un anciano en #Akumal; al demandarlos, 'desaparecen' carpeta de investigación. @FabiDePlaya
también demanda a @FGEQuintanaRoo por contubernio https://t.co/jSdtNpkuXi pic.twitter.com/As3YfxXFyv— Quintana Roo HOY (@QuintanaRooHoy1) 7 de diciembre de 2020
La abogada y activista Fabiola Cortés Miranda, dio a conocer los hechos de este sucio embrollo en el que hay complicidad entre la familia del gobernador y funcionarios que solaparon el despojo de un rancho de 37 hectáreas en el paradisíaco sitio turístico de Akumal a favor de José María Rejón de la Guerra, quien es cuñado de Carlos Joaquín González.
Cortés Miranda asegura que ni el gobernador, ni la fiscalía se van a echar para atrás en este despojo, ya que “ellos quieren aniquilar al señor, lo están intimidando con dos carpetas de investigación. Por eso digo que la crueldad del gobernador actual (Carlos Joaquín), su cuñado y su esposa, no tienen límites, ni el menor remordimiento, ni el menor arrepentimiento, son unas personas completamente crueles, por despojar a un anciano de su patrimonio”. Insistió la presidenta de Somos tus Ojos, que Carlos Joaquín resultó peor que Roberto Borge.
El afectado, quien es originario de Chemax, Yucatán y con estudios de primaria sin concluir, “tardó meses en comprender que lo que lo habían obligado a firmar el 25 de abril de 2019 en la Notaría 85 de Mérida, Yucatán, era una fraudulenta venta de su terreno, al que ya no le permitieron entrar; y cuando denunció los hechos ante la Fiscalía General del Estado, en Tulum, en un meteórico proceso, funcionarios de la Fiscalía, por consigna del gobernador Carlos Joaquín González, se encargaron de cerrar la carpeta en tres meses, decretando el no ejercicio de la acción penal a favor de José María Rejón de la Guerra”, relata Fabiola Cortés.
Don Antonio Manrique fue obligado a vender su terreno sin él saberlo. La víctima ha sido hostigado e incluso tiene denuncias por parte de los familiares de Joaquín González, por intentar recuperar su terreno
Fue el 31 de agosto de 2019, que Antonio Manrique Mac interpuso ante el Ministerio Público de Tulum una denuncia en contra de José María Rejón de la Guerra, Cecilia Yvette Castillo Parra y su cuñado, por el presunto delito de fraude, despojo, robo o lo que resulte, quedando asentado en el expediente con número FGE/QR/AMPTUL/UITUL/08/1113/2019.
En respuesta por haberlos denunciado, el hermano de Gabriel Rejón de Joaquín, interpuso dos denuncias en contra de don Antonio por “falso testimonio” y otra por “denuncias falsas”, las cuales actualmente se encuentran en trámite pero que quedaron registradas en los expedientes 421/2020 y 1602/2019.
Al tomar el caso en sus manos, Fabiola Cortés asegura que se denunció a todos los funcionarios involucrados en este despojo, entre ellos los fiscales Jeans Gaspari Chablé Yupit y Estela Noemí Labastida Rodríguez, ante la Fiscalía Anticorrupción por el mal ejercicio de la acción penal, ya que le dieron carpetazo al asunto, sin darle oportunidad a don Antonio de defenderse y solicitar una investigación, pues además, cuando éste acudió acompañado de su hija a ver la carpeta en su contra, no le dieron acceso y fue así como se consumió la artimaña fraudulenta para despojarlo.
Aunque la abogada tiene confianza en que sea la autoridad federal la que resuelva a favor de Antonio Manrique Mac, ya tienen un amparo admitido en el que solicitan que se eche abajo toda la carpeta de investigación en el que señor Manrique y solicitaron un juicio civil porque no hubo voluntad del vendedor para realizar ese “negocio”.
LA HISTORIA
Don Antonio llegó hace 40 años lo que hoy es la Riviera Maya, en ese entonces se dedicó a sembrar milpa, a la extracción de chicle y a ubicar lugares que existían en los registros cartográficos del estado, su parada fue en Akumal, sin saber que ese lugar se convertiría en uno de los mejores atractivos turísticos de Quintana Roo, pero al mismo tiempo un infierno por la ambición y el despojo.
Viviendo en medio de la selva, Antonio Manrique, recibe en 1999 por parte de la Secretaría de la Reforma Agraria, su título sobre un terreno de 115 hectáreas, denominado Rancho La Caverna, que con el tiempo fue subdividiendo y vendiendo hasta quedarse únicamente con un lote de casi 37 hectáreas, que le fue despojado por José María Rejón de la Guerra.
Todo parecía tranquilidad para Manrique Mac hasta que a principios del año 2018, conoce a Cecilia Yvette Castillo Parra, quien vio en el rancho Las Cavernas una oportunidad de negocio, y se ofreció a administrarlo, no sin antes tratar de ganarse su confianza y fue así como consiguió que le firmara en marzo de 2018 un poder en la Notaría 26 de Mérida, para pleitos y cobranzas y para actos de dominio, sin embargo, al empezar a duda don Antonio de la mujer, en febrero de 2019 le revocó el poder, pero continuó la relación de amistad.
11 millones 400 mil pesos fue la primera oferta, luego 7 millones 500 mil pesos, obligándolos ir a la notaría y al final el afectado no recibió nada
En abril de 2019, la mujer fue a Chemax, Yucatán, donde reside, pero llegó acompañada por policías de Yucatán y ministeriales para secuestrarlo, diciendo “aquí vine para decirte que a la señora Gabriel Rejón le gustó tu rancho Las Cavernas, de Akumal, está enamorada del predio y ella lo quiere nada más para ella y nadie más lo va a pedir, el señor gobernador te está dando 11 millones 400 mil pesos, los tomas o los dejas porque lo quiere para su esposa, ya no habrá otra oportunidad, sino los tomas, el señor gobernador se quedará con la propiedad y tú sin recibir nada, porque tu revocación no sirve de nada”, se lee en la denuncia.
Intimidado por la policía y sin comprender lo que pasaba, don Antonio y su familia fue llevada ante el notario número 85 de Mérida, Rodolfo Cerón Palma, donde ya se encontraba “Pepe Rejón”; en la mesa había dos maletines llenos de dinero, y cuando él quiso tomarlos, Cecilia con apoyo de José Wilberth Kumul, se los arrebató y lo amenazó que si se llevaba el dinero la policía estatal lo iba a parar y meter en la cárcel, fue así como lo obligó a firmar la escritura de compraventa del rancho La Caverna, de casi 37 hectáreas, por la cantidad de siete millones 500 mil pesos, a nombre de José María Rejón.
Posteriormente, declara el afectado, que el 29 de junio de 2019, “Cecilia y Wilberth Kumul acudieron de nuevo a mi domicilio obligándome a mí y a mi esposa a ir a una notaría para firmar una hoja en donde decía que todo el dinero que le habían pagado Cecilia y Wilberth se lo quedarían ellos”.
Por su parte Cortés Miranda, dice que consta en el acta 47 folio 201, que José María Rejón, depositó dos cheques por un millón de pesos cada uno a una cuenta del banco BBVA a nombre del señor Antonio, cuenta que fue tramitada por Cecilia Castillo, con el poder que tuvo, y en los días posteriores al depósito de los dos millones de pesos, desde esa cuenta, manejada por Cecilia, se transfirieron, vía SPEI, un millón 299 mil 404 pesos a otra cuenta para pagar los impuestos por la operación de compraventa. Y en los días posteriores, se hicieron transferencias por el resto de los dos millones de pesos a otra cuenta.
También afirma que el 22 de julio de 2019, José Rejón transfirió, mediante cheque, 5.5 millones de pesos, a la cuenta de don Antonio, para simular que cumplía con el pago de los 7.5 millones de pesos pactados en la escritura, pero al día siguiente, de la cuenta aperturada a nombre de Antonio Manrique, se realizó un cheque de caja por un millón de pesos a favor de José María Rejón y ese mismo día, se realizó un traspaso de 4.4 millones de pesos a la cuenta bancaria a la que se transfirió el remanente, después de impuestos, del primer “pago” de dos millones de pesos. Es decir, en un día el señor José María Rejón de la Guerra depositó a la cuenta a nombre de Antonio Manrique 5.5 millones de pesos, y al día siguiente esa misma cantidad fue sacada mediante un cheque de caja a favor de Rejón de la Guerra y mediante la transferencia a otra cuenta, de todos estos movimientos, afirma don Antonio que nunca supo nada.
De esta manera se cometió un despojo más en contra de un humilde habitante de Quintana Roo y a quien la fiscalía revictimizó, negándole el acceso a su carpeta cada vez que acudió al Ministerio Público y negándole su derecho a presentar pruebas y testigos y a solicitar actos de investigación.
Por la noche, el gobernador lanzó un tuit en el que deslindaba a su esposa y a él del fraude cometido, y amenazaba con demandar a quien publicara esta denuncia pública.