Síguenos

¿Qué estás buscando?

julio 18, 2025

Tulum

Turismo de lujo, sueldos de miseria: el rostro invisible del paraíso en Tulum

Roberto Lemus / Grupo Cantón

En Tulum, los trabajadores del turismo como camaristas y meseros pueden ganar 250 pesos tras 10 horas de trabajo, mientras los turistas pagan hasta 15,000 pesos por noche.

Tulum.- En un mismo día, un turista puede pagar 15 mil pesos por una noche en un hotel frente al mar Caribe y, unas calles más atrás, una camarista de ese mismo hotel puede regresar a su casa tras diez horas de trabajo cobrando apenas 280 pesos. Entre el brillo de los resorts ecológicos, las fiestas en clubes de playa y los restaurantes con platillos de mil pesos, miles de trabajadores intentan sostener la industria turística de Tulum sobreviviendo con sueldos de miseria, sin contratos ni prestaciones.

“En el hotel donde trabajo, una habitación cuesta más de 12 mil pesos la noche. Yo gano 280 al día”, dice Rosa, originaria de Tabasco, con tres años laborando como camarista en un hotel boutique de Aldea Zamá. Vive en Tumben Kaa, una colonia en las afueras de Tulum, a casi una hora en bicicleta de su trabajo. “No tengo seguro ni contrato. Si me enfermo o llego tarde, me descuentan el día. No hay días fijos de descanso, a veces trabajo dos semanas seguidas”, explica, consciente de que su lugar es fácilmente reemplazable. “Si me salgo, hay diez personas esperando entrar.”

Los cimientos del paraíso

Tulum ha sido promocionado como un destino de lujo y espiritualidad, con un enfoque en el turismo sustentable, las experiencias exclusivas y el contacto con la naturaleza. Pero detrás de esa imagen se encuentra una fuerza laboral precarizada, sin acceso a los mismos derechos que los visitantes disfrutan durante su estancia.

Este medio recabó testimonios y datos de más de una docena de trabajadores en la franja costera y la zona urbana. Los salarios base de algunos de los puestos más comunes en el sector turístico son los siguientes:

Camaristas: entre 250 y 350 pesos diarios, es decir, entre 6,000 y 8,000 pesos al mes

Ayudantes de cocina: de 300 a 400 pesos diarios (7,000–9,500 pesos mensuales)

Advertisement. Scroll to continue reading.
[adsforwp id="243463"]

Recepcionistas: entre 7,000 y 10,000 pesos mensuales

Meseros y bartenders: con sueldos base de entre 150 y 250 pesos diarios (4,000–6,000 mensuales, sin contar propinas)

Guardias de seguridad y personal de mantenimiento: entre 6,000 y 9,000 pesos mensuales

La mayoría no tiene contrato firmado, ni seguridad social, ni acceso a aguinaldo, vacaciones pagadas o fondo de ahorro. Las jornadas extensas y los descansos rotativos se han normalizado.

Propinas, la trampa del ingreso variable

Jorge*, bartender en un club de playa sobre la carretera costera, relata que su sueldo base es de apenas 200 pesos diarios. El resto depende de las propinas. “En temporada alta se puede sacar bien, pero en baja… hay días que no cae ni para el taxi”, comenta. “Muchos vendemos cosas por fuera o buscamos otro trabajo para completar.”

La situación es crítica para quienes deben pagar renta en el mismo municipio donde trabajan. “Un cuarto sencillo no baja de cinco mil pesos. A eso súmale comida, transporte, y ya se te fue todo el sueldo base”, dice Jorge.

Algunos optan por vivir en colonias periféricas o incluso fuera del municipio, como en Felipe Carrillo Puerto, desde donde hacen hasta dos horas de traslado diario.

Glamour arriba, precariedad abajo

Advertisement. Scroll to continue reading.
[adsforwp id="243463"]

Los hoteles que promocionan experiencias holísticas, cenas a la luz de la luna y baños de sonido en la selva suelen recurrir a outsourcing o esquemas irregulares para contratar personal. “Todo está diseñado para que no figuremos en ningún papel”, explica una recepcionista que trabaja en un hotel de la zona hotelera. “Firmamos hojas en blanco, o nos dan el sueldo en efectivo sin recibo. Así, si algo pasa, nadie se hace responsable.”

La contradicción es evidente. Mientras Tulum alberga festivales internacionales, retiros espirituales de miles de dólares y celebridades que llegan en jets privados, los trabajadores que sostienen esa infraestructura deben decidir entre pagar renta o comer bien durante la semana.

El silencio de las autoridades

Pese a que la Ley Federal del Trabajo estipula que todo trabajador debe contar con un contrato, inscripción al IMSS y un salario digno, la vigilancia en la zona hotelera es prácticamente inexistente. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social no realiza inspecciones frecuentes, y los trabajadores temen denunciar por perder su empleo.

“Ya sabemos que no nos van a hacer caso. Además, si hablas, te echan. Mejor aguantarse”, dice Rosa.

En varios de los establecimientos visitados por este medio, los responsables de Recursos Humanos se negaron a dar entrevistas o explicaron que “todo está en regla”, aunque los empleados confirmaron lo contrario.

¿Lujo para quién?

La brecha entre los ingresos que deja el turismo en Tulum y los salarios que se pagan localmente es cada vez más amplia. Según datos de la Secretaría de Turismo federal, Tulum recibe a más de 2 millones de visitantes al año, muchos de los cuales dejan un promedio de 400 a 600 dólares por día.

“Este es un destino diseñado para el extranjero, no para nosotros”, reflexiona Jorge. “Aquí no hay lugar para vivir con dignidad si eres mesero, camarista o cocinero. Somos los que levantamos este paraíso, pero nadie nos quiere ver.”

El auge de Tulum como paraíso de lujo ha venido acompañado de una profunda desigualdad laboral. La falta de regulación, la informalidad y los costos de vida han creado un sistema que favorece al turismo de alto poder adquisitivo mientras margina a quienes lo hacen posible.

Advertisement. Scroll to continue reading.
[adsforwp id="243463"]

Por ahora, la imagen que Tulum exporta al mundo es la de un edén místico y exclusivo. Pero a pocos kilómetros del mar turquesa, entre calles de terracería y viviendas precarias, cientos de trabajadores se levantan antes del amanecer para mantener encendida la máquina del turismo… aunque ellos no puedan disfrutar de sus frutos.

Te puede interesar