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28 abril, 2024

Mascotas

Tips cuando tu mascota sufre una fractura

Muchas fracturas en los perros y en los gatos no ponen en riesgo su vida, pero ciertamente el viaje hacia la clínica veterinaria puede ser muy angustiante para ti y tu mejor amigo e incluso complicar la lesión.

Aun para la mascota más tranquila y amistosa, un accidente, una caída o una pelea pueden producir traumas físicos y mentales que requieren una atención especial. Así que no te confíes.

Si lo lastimas con algún movimiento, te va a morder. Debes usar un bozal. Si no cuentas con un bozal, puedes utilizar una venda o un listón para improvisar uno.

Recuerda que un animal lastimado puede ser agresivo, sin importar cuánto te ame.

Los huesos de las mascotas que se fracturan con mayor frecuencia son el fémur (el hueso de la pierna, el más largo del cuerpo), la pelvis, el cráneo, la mandíbula, los huesos largos de las patas delanteras (radio y ulna) y la columna vertebral.

Ahora bien, existen dos tipos de fracturas: las cerradas y las abiertas o expuestas.

Puede ser que de inicio, ni siquiera notes la fractura cerrada, pues la piel está íntegra. El gato seguramente se esconderá en algún sitio, mientras que el perro puede claudicar (cojear), lamer el hueso fracturado, o permanecer echado sin querer moverse. En ambos casos, tendrán signos de dolor, que ya hemos discutido en artículos anteriores. La mayoría de las fracturas cerradas ocurren por caídas.

Las fracturas abiertas son más comunes en peleas o accidentes de carro. En estos casos, la piel se desgarra, lo que aumenta considerablemente el riesgo de infección. Por eso es urgente tratar este tipo de fracturas, pues es necesario que tu mascota reciba un tratamiento antibiótico a la brevedad.

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En ocasiones, las fracturas expuestas pueden no ser evidentes, pues el hueso fracturado regresa a su lugar y deja una herida minúscula en la piel. Tu veterinario revisará a tu mejor amigo y tomará algunas radiografías, para ver el tipo de fractura y determinar el mejor tratamiento.

Además de la lesión más evidente, que es el hueso fracturado, recuerda que tu mascota puede tener algún trauma interno más grave, como un pulmón perforado, una laceración del hígado o del bazo o un traumatismo encefálico, que pueden ser mortales. Aunque lo notes relativamente “estable” de momento, llévalo de inmediato al veterinario.

Coloca a tu mascota en una “camilla” improvisada. Puede ser una tina, una caja de cartón o bien una toalla o cobija para cargar a los perros grandes.

No intentes vendar o colocar una férula o entablillado, éstos generalmente causan más daño que beneficio.

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