Redacción / Grupo Cantón
Científicos hallan que una alteración en el gen ARHGAP36 da origen al pelaje naranja en los gatos, un avance clave en genética animal y humana.
Curiosidades.- Un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Kyushu (Japón) y la Universidad de Stanford (EEUU) ha resuelto un enigma que durante décadas fascinó a genetistas, veterinarios y amantes de los gatos: ¿por qué algunos gatos tienen ese peculiar y encantador color anaranjado?
La respuesta, publicada en dos artículos científicos, señala que los gatos color naranja presentan una ausencia específica en el gen ARHGAP36, lo que provoca una mayor actividad en las células productoras de pigmento (melanocitos), generando pelajes más claros y brillantes.
El gen ARHGAP36, ubicado en el cromosoma X, es clave en este fenómeno. En los gatos machos, que tienen solo un cromosoma X, basta con esta alteración genética para que el color naranja se exprese. En cambio, en las hembras —con dos cromosomas X— deben coincidir dos copias alteradas, lo cual es mucho menos común, y da origen a pelajes mixtos como el de los gatos calicó.
“Cuando las células embrionarias eligen al azar qué cromosoma X activar, surgen manchas de distintos colores”, explicó Hiroyuki Sasaki, genetista y líder del estudio.
El estudio fue posible gracias a una campaña de micromecenazgo que recaudó más de 73 mil dólares. Entre los donantes hubo desde científicos hasta niños en edad escolar que quisieron aportar por el amor a sus felinos.
Aunque el proyecto comenzó como una iniciativa personal del profesor Sasaki tras su jubilación, su impacto podría ir más allá del mundo felino.
El ARHGAP36 también está activo en el cerebro y las glándulas endocrinas, y se ha relacionado en humanos con enfermedades como el cáncer de piel y la caída del cabello.
Si bien aún no hay pruebas definitivas sobre la relación entre el color del pelaje y el comportamiento felino, los investigadores creen que este hallazgo podría abrir nuevas rutas para estudiar tanto la genética de los gatos como la salud humana.
“Muchos creen que el color está vinculado con la personalidad de los gatos. Aunque aún no lo hemos probado, es una posibilidad fascinante”, concluyó Sasaki.
