Starbucks intenta apaciguar un escándalo desatado tras el arresto de dos hombres negros en una de sus cafeterías y para ello cerrará el martes más de 8 mil sucursales para ofrecer capacitación contra la discriminación a sus empleados.
Tras las detenciones ocurridas en Filadelfia el mes pasado, los ejecutivos de la cadena se disculparon y se reunieron con ambos hombres, pero también se acercaron a los activistas y expertos antidiscriminación para elaborar un programa para sus 175 mil empleados.
Todo esto ha puesto bajo los reflectores las capacitaciones contra los “prejuicios inconscientes” que se ofrecen en muchas empresas, en departamentos de policía y en otras organizaciones para manejar las cuestiones de racismo en los lugares de trabajo.
Generalmente, estos talleres están diseñados para hacer que la gente se percate de sus prejuicios implícitos y estereotipos sobre raza, género y otras identidades.
El Instituto de la Percepción, un consorcio de investigadores que asesora a Starbucks, define el prejuicio implícito como una actitud (ya sea positiva o negativa) o estereotipo que una persona tiene hacia otra persona o hacia un grupo sin estar consciente de que lo tiene. Un ejemplo común, de acuerdo con algunos de sus estudios, es una tendencia de la gente blanca para asociar inconscientemente a la gente de color con una conducta criminal.
Muchas tiendas minoristas, incluidos Walmart y Target, ya también ofrecen entrenamiento contra la discriminación racial. Target indicó que planea expandir su programa. Por su parte, Nordstrom pretende mejorar su capacitación luego de emitir una disculpa a tres adolescentes negros de Missouri a quienes sus empleados acusaron falsamente de robo.
Las sesiones contra la discriminación pueden incorporar reflexiones personales, exploración de sentimientos y ejercicios mentales. Sin embargo, un experto dijo que la capacitación de este tipo puede tener el efecto contrario si la gente se siente juzgada.