CANCÚN.- Las pláticas entre el ejido de Bacalar y el gobierno federal se encuentran estancadas, pues durante las asambleas regionales que formaron parte de la consulta a las comunidades indígenas los comuneros dejaron claro que no seguirán adelante si antes no les resuelven dos peticiones muy concretas, que son el pago de 354 hectáreas en torno a la laguna de los siete colores, así como la apertura de la zona arqueológica de Ichkabal, la cual se encuentra dentro de la reserva territorial del ejido, Luis Chimal Balam, comisario ejidal del ejido de Bacalar.
Sobre las tierras en litigio recordó que tienen años esperando que llegue el resolutivo final, pues han comenzado a llegar nuevas inversiones a Bacalar a partir del anuncio del Tren Maya, sin que el ejido obtenga los beneficios de tierras que son de su propiedad.
Explicó que las tierras en litigio se encuentran la Riviera de la laguna de Bacalar, las cuales fueron revendidas a particulares, pese a que forman parte de la dotación agraria que forma parte del ejido desde 1942.
“Hoy existen hoteles, restaurantes, casas y todo tipo de construcciones privadas en la orilla de la laguna, pero esas tierras nunca las pagaron al ejido, sino que fueron vendidas por el gobierno del estado a lo largo de varias administraciones”.
En el caso de Ichkabal recordó que han pedido a los representantes del gobierno federal y estatal que se les permita manejar un área comercial de venta de artesanías y souvenirs en torno a los vestigios y que se les pague una renta o un porcentaje de lo que genere la taquilla por el ingreso de turistas a las ruinas.
Tras formular esta propuesta y entregársela personalmente al presidente Andrés Manuel López Obrador durante una de sus visitas al estado, las negociaciones se han estancado, no ha habido más acercamientos de ningún orden de gobierno pese a que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) se ofreció a hacer las gestiones necesarias ante la federación para avanzar en el tema.
Chimal Balam aseguró que pese a que supuestamente ganó el sí a favor del Tren Maya en la consulta a las comunidades, el ejido de Bacalar mantuvo su postura de no avanzar en las negociaciones hasta que no les resuelvan ambos asuntos a la brevedad.
Explicó que a partir de entonces no han vuelto a recibir la visita de ningún representante del gobierno federal ni para seguir adelante con lo relacionado al Tren Maya ni para atender las dos demandas que puso sobre la mesa el ejido.
Recordó que Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) solicitó formalmente a la asamblea ejidal de Bacalar la autorización para realizar estudios técnicos sobre una superficie de 6 hectáreas para la ubicación de una estación del Tren Maya.
Dicha petición fue autorizada por la asamblea, pero posteriormente el director de Fonatur les solicitó de manera verbal la integración de 1,000 hectáreas al desarrollo urbano que se detonará en torno a la estación ferroviaria, lo cual fue rechazado por los comuneros, pues nunca se planteó formalmente esta propuesta ante el ejido.
Probables escenarios
En una entrevista previa, Jiménez Pons comentó que no obligarán a ningún ejido a integrarse al Tren Maya y que en caso de no poder persuadirlos de los beneficios del proyecto, buscarán otras opciones de trazo de la vía férrea.
“Si no aceptan, si no quieren, pues se tomará otra alternativa, reubicar la estación, no podemos obligar a nadie”, aseguró.
“Nosotros estamos tratando de convencerlos de que no vendan sus tierras, ni a nosotros ni a ningún otro inversionista, sino que se integren como socios al proyecto”, añadió.
Reconoció que hay problemas añejos en muchos ejidos, no sólo en Bacalar, sino en Felipe Carrillo Puerto, adeudos de administraciones federales anteriores que requieren ser saldadas para poder avanzar en las negociaciones sobre el Tren Maya.
Por Jesús Vázquez/GRUPO CANTÓN
