PALOMA WONG
GRUPO CANTÓN
QUINTANA ROO.- La delimitación de Áreas Naturales Protegidas ha propiciado la conservación de aves, sobretodo en la Península de Yucatán, incluso la llegada y asilo de otras como es el caso de la garza Monjita, que desde hace 50 años no se veía en esta zona.
Jorge Correa Sandoval, investigador en Ecosur Chetumal, dio a conocer que la determinación de Áreas Naturales Protegidas en Campeche, Yucatán y Quintana Roo ha permitido la conservación de aves, ya que toda la costera esta bajo resguardo lo que ayuda a disminuir la perturbación de las aves.
“Tenemos muchas zonas protegidas y eso no ha ayudado mucho, tenemos a Laguna de Términos, los Petenes, la Bahía de Chetumal y muchas más que nos ayudan a esta conservación y vamos a seguir luchando tal y como lo hacemos en Cancún para evitar la devastación”, dijo.
Indicó que lo más provechoso de estas zonas protegidas es la “aparición” de la garza Agamia o monjita, que en su mayoría está en Campeche y fue vista en el 2015, pero también se han presentado avistamientos en Yucatán, Quintana Roo, incluso en Chiapas; la última vez que se estudio esta ave fue hace 50 años al presentarse una colonia en Minatitlán.
Precisó que se tiene conocimiento de colonias en los países de Belice y Costa Rica, pero en México no se había encontrado un número significativo de las aves.
La colonia que mantienen en estudio, la integran aproximadamente 170 parejas, de tamaños muy variables, y es tan desconocida la especie que realizan la investigación para saber cuántos huevos pone, qué comen, dónde están, cómo se distribuyen, cuál es el ambiente que utilizan, entre otros factores.
“En México no se había reportado una colonia de la garza monjita, la última fue en Minatitlán hace 50 años, y en el 2015 se vio en Campeche, y desde ahí se ha desplazado por le estados de Península y Chiapas”, comentó.
El investigador de Ecosur detalló que el ave es muy susceptible a los cambios climáticos y el hecho de que se haya localizado el grupo es bueno, porque significa que en los últimos años, en el país se ha hecho un buen trabajo en la conservación del medio ambiente y áreas naturales protegidas.
La garza Monjita es muy susceptible a los cambios climáticos, y los avances de los estudios indican que su presencia en los humedales tiene una asociación a la lluvia, además de que el año pasado, cuando las condiciones climáticas fueron muy irregulares la especie no se reprodujo.
“La presencia de las garzas en nuestro país es muy importante, revelan que de alguna manera, en los últimos 30 años hemos logrado crear una cadena de áreas naturales protegidas costeras, y que en la Península de Yucatán tienen todo un corredor biológico donde las aves pueden moverse”, afirmó Correa Sandoval.
El hábitat de las garzas Monjitas son todas las vegetaciones pegadas a los grandes ríos, pero el ambiente natural de refugio de las aves, ha sido destruido por los humanos al buscar el acceso a los ríos, principalmente para la ganadería.
Cabe mencionar que para la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) una área es la zona del territorio nacional y aquellas sobre las que la nación ejerce su soberanía y jurisdicción en donde los ambientes originales no han sido significativamente alterados por la actividad del ser humano o que requieren ser preservadas y restauradas.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas administra actualmente 176 áreas naturales de carácter federal que representan más de 25 millones 394 mil 779 hectáreas. Y están divididas en Nueve Regiones en el país.
