En un día el número de llamadas que el Heroico cuerpo de bomberos de la ciudad recibe en promedio, desde hace más de una semana, es de 10 casos por día.
Contrario a lo que se piensa, estos enjambres producen una de las mejores mieles que se pueden probar, según afirmaciones de apicultores de la ciudad que trabajan de manera coordinada y gratuita con los Bomberos de Cancún.
Las abejas y avispas se ubican en diferentes puntos de la ciudad principalmente en la periferia donde abundan flores silvestres. La temporada de éstas crece con el incremento en las temperaturas y la falta de lluvia.
Recomendación
Hasta hace algunos meses, los ciudadanos y los bomberos, bajo la falsa creencia de que se trataban de especies africanizadas, las cuales no producen y por el contrario “piratean” el trabajo de otras, las eliminaban al aventarles agua con jabón, lo que provocaba que los insectos se volvieran agresivos por la destrucción de sus enjambres.
Elmar Alberto Penagos, es el apicultor que desde hace tiempo se acercó a los bomberos y les explicó que la especie es noble y desde entonces, cada que hay un rescate, le llaman para que acuda a colocarlas en cajas que posteriormente lleva a un terreno que tiene en la zona de Rancho viejo donde las cultiva.
Cada frasco de miel que producen en exceso, él y su esposa Azucena Rosada las venden y con ello se ayudan para poder comprar las cajas que utilizan cada que va en el rescate de un nuevo enjambre y así continuar con su labor de la cual no recibe un solo centavo.
En Cancún, cada caja cuesta en promedio 400 pesos.
A la ciudadanía, que en caso de toparse con un colmenar de abejas es indispensable que dé parte inmediatamente a las autoridades. Es bueno recordar que no se deben atacar a estos insectos ya que la menor provocación podría derivar en un ataque masivo, poniendo en riesgo la seguridad.
EL TRATAMIENTO CON HUMO
El apicultor utiliza un humo no tóxico para poder reubicar los enjambres de insectos a un lugar seguro.
Al sentir el humo, las abejas creen que se trata de un incendio y lo que hacen es comer lo más que pueden del panal.
Esa acción las vuelve más pesadas y menos agresivas ya que lo único que su instinto les indica es sobrevivir. Por lo tanto ya no agreden al apicultor, el cual aprovecha el momento para ponerlas en sus cajas especiales que se convierten en su nuevo hogar.
Mito: las abejas urbanas son africanizadas
Realidad: se trata de una especie mixta conocida como “Apis mellifera”. Viven en grandes “familias” y se encuentran en todo el mundo. La abeja de miel es el único insecto social cuya colonia puede sobrevivir muchos años. Esto es así porque se acurrucan juntos y comen de la miel para mantenerse vivos durante los meses de invierno.
Mito: pueden picar más veces que una abeja normal
Realidad: al igual que la común, son una especie muy delicada que al primer piquete, pierden el aguijón y por lo consiguiente mueren casi de inmediato. La única que puede hacer eso, agredir en repetidas ocasiones, es la abeja reina. Las personas alérgicas a las picaduras de insectos tienen una reacción más severa.
La especie animal más valiosa de la Tierra
Debido a que la apicultura es considerada una actividad prioritaria para México, se requiere de una ley apícola nacional, que armonice la legislación que existe en cerca de 20 estados de la República, entre ellos Quintana Roo.
Por tal motivo desde el pasado mes de marzo, el Senado de la República impulsa acciones para proteger a las abejas y evitar el incremento de aranceles que se cobran a las exportaciones de miel de nuestro país.
Lo anterior se dijo en el foro: “El presente y futuro de la apicultura en México”, donde se destacó que somos el séptimo productor de miel y que sólo en el 2016 se produjeron 57 mil toneladas, que se comercializaron en Estados Unidos, Japón y Alemania, principalmente.
Ahí se señaló que las abejas son la especie animal más valiosa de la Tierra, toda vez que polinizan cerca del 80 por ciento de las plantas que consumimos y son responsables de textiles naturales como el algodón.
Sin embargo, en algunas partes de Norteamérica se registra una disminución de hasta el 40 por ciento en las colonias de estos insectos.
En este contexto, en el Senado se aprobó una reforma para tipificar como un delito grave el robo de colmenas, al igual que el robo de ganado.
LA ABEJA MAYA O MELIPONA
Las abejas sin aguijón, también conocidas como abejas meliponas o abejas mayas, son oriundas de Yucatán. La relación que guardan los mayas con esta especie es muy antigua, e incluso, asignaron una deidad asociada al cuidado de sus preciadísimas abejas: Ah Mucen Kab (el que vigila las abejas).
Los apicultores mayas, les llaman jobones a sus colmenas, y son parte de un ritual que utiliza una serie de marcas para identificar la parte superior de los trocos ahuecados por donde entran y salen las abejas. Estas marcas que suelen ser cruces, círculos o cuadrados, representan el universo por el cual las abejas tienen la posibilidad de recorrer el cielo y la tierra. Los actuales melinoponicultores mayas, guiados por los sacerdotes de su comunidad, indican que las abejas suben al cielo, donde los chaques (dioses de la lluvia) resguardan las artesas llenas de miel, que las abejas se encargan de bajar en forma de gotas para deleitar a los hombres.
Las abejas se alimentan de las flores de la selva y según la tradición deben ser cuidadas por personas nobles. Sus colmenas son los jobones (troncos ahuecados de distintos árboles), las meliponas eligen el suyo, y a la entrada del mismo, una de estas se encarga de cuidar el resto de la colmena.
Cada jobón, cuando es productivo, da solo un litro de miel año, y la colecta de miel, asimismo, se hace una vez cada año. Se trata de una exquisitez, pero además una que es muy saludable.
Rocío Villalobos/GRUPO CANTÓN
