BENITO JUÁREZ, QUINTANA ROO.- Se estima que un perro puede llegar a transferir cerca de 60 enfermedades al ser humano, pero de estas un promedio de 20 son las que mayormente predominan en México y aun así, no todas son fácilmente transmitidas al ser controladas directamente por la prevención.
Quien decide tener una mascota debe estar consciente y al tanto de su cuidado, siendo lo recomendable asistir al veterinario dos veces al año para que éste profesional plantee un esquema de vacunación, desparasitación y otros cuidados del animal.
El que fuera presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Quintana Roo y ahora miembro del mismo, Enrique Corona Trujillo, compartió que una de las principales vacunas de una mascota debe ser en contra de la “leptospira”, bacteria que se puede presentar a través de su orina con repercusiones graves en el ser humano, con síntomas como fiebre y fuertes dolores musculares que se pueden confundir con el dengue, generando también problemas renales llegando a orinar sangre.
Otra enfermedad con condicionante de cuidado dentro del esquema de vacunación de un perro, sería la rabia, de la cual refirió, afortunadamente en Quintana Roo se llevan más de 35 años sin algún caso relacionado con ella.
Señaló que un padecimiento peligroso para el ser humano es el de la larva del parásito “ancylostoma”, que se registra cuando las heces de un perro no son levantadas y se quedan en la calle, patios, tierra, pasto o arena de las playas, propiciando la generación de este gusano que sólo está a la espera de algún posible huésped, ya sea otro perro o humano.
“Esta larva penetra la piel y ésta es la que genera el riesgo especifico a las personas; es conocida como “larva migrans” y esto es porque al penetrar en la piel va migrando por debajo de ella y generando unos surcos y estos en consecuencia de no haber sido detectados a tiempo, la larva pude penetrar en una arteria y posteriormente viajar hasta el corazón u otro órgano, alojarse ahí y generar un quiste, absceso o quedar en cerebro, corazón u ojo generando daños irreversibles”, afirmó.
Corona Trujillo, manifestó que al igual que sucede en muchas enfermedades, los grupos más vulnerables son los niños y los adultos mayores, donde este padecimiento no es la excepción.
“Básicamente muchas personas en su sistema inmune normal van a buscar detener la migración de esta larva, lo que van a hacer es enquistarla y se van a encontrar un absceso en la piel que a la larga puede ser absorbido y el problema de los niños y de los adultos mayores es que su condición inmunitaria está débil, los niños porque están desarrollando su sistema inmune y los adultos porque ya su sistema inmune está deteriorado y por lo mismo son más susceptibles a daños que pueden ser irreversibles “aseguró.
El prevenir que uno mismo, algún familiar u otro ser humano puedan llegar a ser víctima de este mal, está en nosotros, con el simple hecho de levantar las heces de las mascotas cuando están son sacadas a pasear a la calle.
Ernesto Escudero/Grupo Cantón