“Texto Sentido”
Presidenta con “a”
Por: Humberto Aldana
Esta semana que concluyó el día de ayer, el país y el mundo vivieron momentos de gran tensión y especulación tras el anuncio del terrible personaje que gobierna los Estados Unidos de Norteamérica, increíblemente votado por quienes hoy lo sufren, Donald Trump, de dar paso a la aplicación general y unilateral de un 25% en aranceles a las mercancías que su país importa de México y Canadá, lo cual viola el TEMEC vigente de manera flagrante.
En respuesta acelerada y poco calculada, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció una suerte de “ojo por ojo” a esta medida, sin menoscabar el rescate en su discurso a defender a la nación canadiense, la cual, dicho sea de paso, ha apoyado con presencia a los Estados Unidos en todas sus intervenciones militares alrededor del mundo. Trudeau anunció también un recorte al suministro eléctrico que Canadá proporciona a los estadounidenses, lo cual provocó la intervención de la consejería de Trump en el sentido de desconocer la mayoría de los acuerdos entre estos dos países, incluso aquellos referentes a sus límites territoriales: segunda amenaza de invasión, la primera fue convertir a Canadá en la estrella 51 de Estados Unidos.
Por su parte y con gran sobriedad, sin caer en la provocación característica de Trump, la Presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo anunció con antelación que, independientemente de lo que aquel anunciara, antes de responder con la misma moneda, agotaría el diálogo entre las partes, necesariamente de manera personal y convocó a la nación a reunirse en el Zócalo de la Ciudad de México; la unidad nacional es indispensable, por primera ocasión, tal vez desde la expropiación petrolera de 1938.
El pasado jueves 6 de marzo, después de elogiar las postura y evaluar el cumplimento de compromisos por parte de la Presidenta Sheinbaum, Trump anunció no sólo prorrogar un mes más el plazo de implementación de aranceles en contra de México, también añadió que, en caso de aplicarlos, sería dentro del marco del TEMEC. Un enorme logro de nuestra Presidencia y su estrategia diplomática, ejemplo mundial de entereza.
Al llamado a la unidad, se dieron cita gobernadoras y gobernadores, miembros del Poder Legislativo Federal, funcionarias y funcionarios de los tres niveles, sindicatos y militantes de todos los partidos políticos (con la afortunada excepción de los impresentables líderes), lo cual deja claro que las y los mexicanos podemos tener grandes diferencias, “más si osaré un extraño enemigo profanar con su planta su suelo”, tiene la Patria un soldado en cada hijo presto al llamado en su defensa.
El orgullo nacional renace como hace mucho no se sentía, a pesar de la demolición institucional que sembraron los fracasados neoliberales por casi 40 años. México está de vuelta como ejemplo mundial y eso no es poca cosa.
