China se compromete a apoyar a Rusia en su reconquista del estatus de potencia mundial. El ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, prometió a su homólogo ruso, Sergey Lavrov, de apoyarse mutuamente en sus esfuerzos geopolíticos.
Beijing apoyará firmemente a la parte rusa, ayudando al presidente Vladimir Putin a unir y guiar al pueblo ruso para superar las dificultades y eliminar los disturbios, así como a alcanzar los objetivos de desarrollo estratégico para fortalecer el estatus de Rusia como una gran potencia en el ámbito internacional, según el relato difundido por la Cancillería china.
China y Rusia tienen el derecho legítimo de lograr su propio desarrollo.
Cualquier intento de bloquear el progreso de China y Rusia nunca tendrá éxito.
Los altos diplomáticos se comprometieron a trabajar juntos para llevar a sus dos países a la siguiente etapa de una manera que no solo beneficie a ambas naciones sino que traiga más estabilidad a este mundo turbulento.
Lavrov también felicitó a Xi Jinping por su reciente reelección como secretario general del Partido Comunista de China.
Lo cual, lejos de calmar a Estados Unidos, los enfurece aún más, al punto de atacar a estas dos potencias al mismo tiempo:
China sigue siendo la principal amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, incluso cuando el conflicto en Ucrania aumenta las tensiones entre Washington y Moscú, dijo el Pentágono en su última evaluación anual de defensa.
El desafío más completo y serio para la seguridad nacional de los Estados Unidos es el esfuerzo coercitivo y cada vez más agresivo de la República Popular China para remodelar la región del Indo-Pacífico y el sistema internacional en base a sus intereses y preferencias autoritarias.
La República Popular China que se extiende del Mar de China Oriental, al Mar de China Meridional ya lo largo de la frontera entre China e India.
China ha ampliado y modernizado casi todos los aspectos de su ejército y esto es un esfuerzo por contrarrestar las ventajas militares de Estados Unidos.
La República Popular China tiene la intención de reformar el orden internacional y posee el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para hacerlo.
