Por ahí del año 2012, siendo presidente municipal de Solidaridad Filiberto Martínez Méndez, éste adquirió una deuda pública a corto plazo por 386 millones de pesos a través de los bancos Interacciones, BBV, Bansi y HSBC, dinero que sería utilizado para, entre otras cosas, adquirir arcos detectores de metales. Los arcos costarían unos 83 millones de pesos, más nunca se supo de ellos. Los arcos, hoy en día, jugarían un papel primordial en la seguridad, no solo de los solidarenses, sino para todos aquellos que transitan por el municipio. Pero eso sí, el ex edil goza de buena seguridad en su hogar, y por donde sea que se mueve, al igual que su familia.
Los solidarenses hemos pasado por capítulos lamentables que han cobrado la vida de mucha gente inocente que estaban en el lugar y hora equivocados. Cómo olvidar el ataque armado al Blue Parrot, a la Cervecería Chapultepec, las incursiones de gatilleros a la Quinta Avenida, los cobros de derecho de piso que siguen vigentes hoy en día. Recientemente ocurrieron en otros municipios como Tulum y Puerto Morelos ataques directos a bares y hoteles, quizás no necesariamente teniendo como blanco a turistas, pero estos hechos afectan directamente la actividad turística, la actividad primaria del estado. Las cancelaciones de reservaciones no se hicieron esperar, y tampoco las alertas emitidas por las autoridades de algunos países sobre el riesgo en el destino.
Como olvidar los constantes enfrentamientos a balazos sucedidos en Cancún cuando la seguridad pública del estado estaba en manos del impopular Alberto Capella Ibarra. Pero ahora los quintanarroenses tenemos un C5 que para nada ha servido, a pesar de la multimillonaria inversión, incluyendo las cámaras de seguridad colocadas principalmente en Cancún. A nombre de la seguridad de los quintanarroenses se han “invertido” millonarios recursos públicos, que terminan siendo desviados de alguna manera para enriquecer a los grupos en el poder.
Hoy en día, no solo contamos con patrullas arrendadas, sino también las cámaras de seguridad, que muy poco ayudan a la seguridad. Eso sí, los políticos todos bien protegidos, algunos incluso con un cuerpo de seguridad impresionante que ni el mismo presidente de México ha tenido cuando ha visitado nuestro estado. Mientras tanto el ciudadano común es el más golpeado, porque incluso, siguen las extorsiones por parte de la policía municipal de Solidaridad. En seguridad no hay avances, y los únicos beneficiados siguen siendo los mismos de siempre: los políticos.
