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febrero 13, 2025

Voces

Karla Russell: VenaCava-Américo Vespucio 3.0

#VenaCava
Américo Vespucio 3.0

POR KARLA RUSSELL

Desde 1507 se le nombra América al Nuevo Mundo gracias al cartógrafo italiano Américo Vespucio, cuyo nombre inspira y señala la línea divisoria entre el Viejo Mundo.

Tan importante es nombrar como el que pone el nombre a la cosas. Técnicamente, desde el principio de los tiempos, Dios al crear la vida sentenció: “Hágase la luz” y así se fue con todo lo demás. Por ello le llaman el todo poderoso.

Pero ya creado, este mundo se recrea así mismo a través de las palabras. Por eso nos llaman a imagen y semejanza con lo divino. Quien tiene palabras influyentes, liderea o gobierna.

Un ejemplo en la era virtual fue poner en marcha un experimento por los padres del algoritmo virtual: digamos que la Tierra es plana. Y resultó una revolución intelectual absurda y por demás, abismal entre la ciencia y las creencias de la mente humana.

Ahora que Donald Trump quiere cambiar el nombre del Golfo de México por Golfo de Estados Unidos, los especialistas en la Comunicación Política sabemos que el disparate lingüístico tiene implicaciones mayores a sólo crear impactos mediáticos: tiene el poder de señalar los alcances de dominios personales, de una nación, raza o religión.

Lo que no se nombra no existe y lo que se le cambia el nombre, se cambia al verlo y percibirlo. No es magia, son neuro programaciones que el cerebro asimila para adaptarse a la vida, aún sea a favor o en contra.

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Lo relevante es qué tanto es posible o no cambiar eso, y según vemos en los mapas antiguos escolares, realmente se puede. Lo más alarmante es que geográficamente no necesitamos mucho para ello si dependemos ahora de la tecnología satelital para trazar rutas de una sociedad teledirigida. Y peligrosamente, la forma del mapa puede ser tan real como ficticia. Y consideren algo, por impactos naturales, movimientos terrestres, impactos mineros, bombas nucleares, detonaciones explosivas, construcciones, evidentemente han cambiado la forma lo en la planicie conocida.

Eso tampoco podría ser el mayor problema, sino los que están a cargo de dirigirnos, ya que detrás de la geografía también hay política y ella, según me enseñaron es para manifestar un poder. Y en medio de una guerra, el territorio define mayormente el triunfo o la derrota. Capaz un día no tengamos ni que pelear, porque caímos prisioneros en el propio piso que Google dijo, está invadido por nuestros pies. Pongamos atención en eso.

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