Sin duda, el machismo arraigado en los mexicanos, producto de la educación recibida desde nuestros primeros años, desencadenó la serie de vejaciones y humillaciones que reciben muchos millones de connacionales desde épocas ancestrales, a grado tal, que en apariencia, ahora sí llegó el tiempo de acabar y exterminar cualquier viso de agresión que incluso ha sido causal del feminicidio.
Y es que a pesar de lo que digan muchos estudiosos e investigadores de la sociología, la sicología y otras ciencias exactas, el abuso en contra de las mujeres ha sido una práctica común en nuestro país desde siempre, muy a pesar de los misóginos por “naturaleza” que solo esgrimen absurdos y resentimientos cuando la mujer es violentada.
Uno de los casos a ese fatal respecto y que de verdad cimbró a los sectores de la población, se registró la semana pasada cuando Ana Cecilia Pérez Sagaón, fue acribillada por dos sicarios, frente a sus hijos, en las confluencias de Insurgentes Sur y Río Churubusco en la Ciudad de México.
La causa original que causó el homicidio de la mujer nacida en Monterrey fue por la denuncia presentada en contra de su ex pareja, Juan Carlos García, ex director de la afamada empresa Amazon y según los investigadores ministeriales, aún titular de Elektra, -uno de los pingües negocios de Ricardo Salinas Pliego- quien intentó asesinarla con un bat y un cortador conocido como “cuter”, para degollarla, en enero pasado.
Por la denuncia, los jueces que “analizaron” y dieron sentencia del caso, Carlos Trujillo Rodríguez y Federico Mosco González, Juan Carlos García fue encarcelado 59 días.
Emperó, como el magistrado en materia penal, Héctor Jiménez López, cambió el veredicto de la sentencia en favor del presunto asesino, porque argumentó en la carpeta donde se acusaba a García que no había sido intento de homicidio en los momentos que fue atacada la ahora occisa porque se encontraba dormida, el acto lo clasificó como violencia doméstica, con lo cual, salió de la cárcel el multicitado García.
Para fortuna de los que nos indignamos por el homicidio de Ana Cecilia, los jueces y el citado magistrado Jiménez López –ni dudarlo que es un corruptazo del Poder Judicial como los llama López Obrador- fueron suspendidos de manera indefinida, hasta que se indague el fondo del asesinato de Pérez Sagaón.
Si bien es cierto que las mujeres han alzado la voz para no ser víctimas del machismo y la misoginia, con denuncias, marchas y diferentes acciones que han hecho reaccionar a la sociedad, no habrá igualdad y equidad de género hasta que seamos capaces de cambiar los esquemas arcáicos que todavía están vigentes en miles de hogares mexicanos.
No habrá paz duradera en miles de familias en tanto no seamos capaces de ser igualitarios y respetuosos con las mujeres, ya que la mayoría de ellas sufren a cada instante humillaciones y maltrato de quienes no fuimos educados con respeto irrestricto a los derechos de las mujeres.
Por ende, la inequidad de género seguirá prendida de alfileres.
