CREEMOS QUE EXAGERÓ un poco en su reacción el líder estatal del PRI, Raymundo King, con respecto a la visita ayer a Quintana Roo del gobernador perredista de Morelos, Graco Ramírez Abreu, quien se echó una escapada para sumarse a la pasarela de senadores, diputados y mandatarios del PAN y del PRD que han venido a respaldar a sus híbridos candidatos para las elecciones de junio próximo. Entendemos que “Ray” tiene que hacer su chamba y defender de intrusos Quintana Roo como el territorio hegemónicamente priista que todavía es, pero eso de que Graco se vino “a pasear a Cancún con el dinero del erario” y dejó a su estado “sumido en la inseguridad y la desatención”, como que se nos hace que al jovial dirigente se le derramó el frasco entero de crema en sus tacos.
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PORQUE, BUENO, UN gobernador tiene derecho como todos a viajar un fin de semana fuera de su estado, máxime si es en domingo que es totalmente inhábil para los servidores públicos, por lo que difiriendo con la enorme preocupación de “Ray” por la seguridad y el bienestar de los distantes ciudadanos morelenses, creemos que con un día de ausencia de Graco Ramírez las cosas en Morelos ya no podrían estar peor, ni el presupuesto se dolería más por un boleto de avión. Aquí el problema es más de fondo que de formas, porque desde el 2012 en que tomó el mando el perredista no ha hecho gran cosa para contener el narcotráfico, los secuestros, los robos con violencia y muchos otros delitos que por desidia o incapacidad no le han permitido cumplir su principal compromiso de campaña, que era dotar a Morelos de absoluta seguridad.
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Y SI A eso le sumamos que tampoco ha cumplido en los cuatro años que lleva de gobernador con otras promesas importantes como la revocación de su mandato si la ciudadanía se lo pedía (lo hicieron en el 2014, pero le valió gorro), el sistema de transporte tipo Metrobús de la CDMX, la instalación de alumbrado público con energía solar, la creación de tres municipios indígenas, la generación de miles de fuentes de empleo y la reducción de la pobreza, de lo cual nada hizo y hoy Morelos está en la inversa de lo que prometió en campaña, ahí sí ya estamos los quintanarroenses en condiciones de reclamarle a los dirigentes y candidatos del PAN y el PRD que cuiden el nivel de confianza, credibilidad y prestigio de la gente que traen a respaldarlos, porque Graco Ramírez no es precisamente lo que se llama un manantial de buenos ejemplos.
