Si bien la renovación de la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Quintana Roo es un hecho, los priístas parecen no tener mucha prisa, cuando tienen prácticamente las elecciones federales a la vuelta de la esquina.
Y es que en ese partido, tienen que trabajar a fondo para ganarse la confianza de los ciudadanos con miras a las elecciones del 2018 cuando se renueva, nada más y nada menos, que al presidente de la república, diputados federales y senadores.
Ello no es cosa menor, de ahí que todos los partidos se preparan con sus mejores cuadros para llegar fortalecidos a las elecciones. En Quintana Roo en panorama del tricolor no es nada halagador, si consideramos que en las elecciones presidenciales perdieron ante el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Ahora el rival a vencer podría ser Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), con Andrés Manuel López Obrador que, una vez más, irá como candidato a la presidencia de la república. Pero también tendrán a Margarita Zavala en el Partido Acción Nacional (PAN) que, dicho sea de paso, se posicionó en las elecciones del 5 de junio con candidatos ex priístas si así se quiere ver, pero se posicionó.
En el caso del tricolor se mencionan varios nombres para suceder a Raymundo King de la Rosa que se irá al Congreso local en septiembre próximo, entre estos al del tío del ex gobernador Félix González Canto, José Luis González Flores, quien ya dirigió al tricolor.
Está también el actual diputado federal José Luis Toledo Medina, el ex candidato a la gubernatura Mauricio Góngora Escalante, Eduardo Ovando Martínez, y el diputado local Mario Machuca Sánchez.
Deberán ser muy cuidadosos con el método de selección de su nuevo dirigente, de lo contrario podrían no dejar contentos a muchos, con las ya sabidas consecuencias. Por ejemplo, el dirigente de la Confederación de Obreros y Campesinos (CROC) y diputado federal Mario Machuca, ha puesto el dedo en la llaga y ha señalado que el nuevo dirigente debe ser electo por las bases.
Nada de imposiciones, nada de dedazos ni padrinazgos que les representen mayores problemas que los que ya tienen, de lo contrario una vez más pagarían en las consecuencias en urnas.
En el PAN y PRD se habla también de renovación en las dirigencias estatales con miras a las próximas elecciones y, la más reciente victoria, sobre todo en Quintana Roo, les hace suponer que podrían obtener buenos resultados en el 2018. A esperar entonces.
