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12 mayo, 2024

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La inquisición moderna

Cierto es que como gobernador Roberto Borge mantuvo durante su gestión una obsesión muy marcada en bloquear a Carlos Joaquín González por temor a que éste llegara a ocupar el cago que hoy ostenta.
Cierto es que Borge Angulo fue un perro feroz que atacó todo lo que tuviera que ver con Carlos Joaquín, al grado de no permitir que le publicaran notas en medios afines y hasta boicotear sus eventos.
Y cierto es que el ex gobernador movió todos los recursos que tuvo a su alcance para ahuyentar a la gente de Joaquín González y hasta para amedrentar a simpatizantes, e incluso a los que osaban acercarse al ex presidente de Solidaridad.
Pero nunca se llegó a los términos ni a la rudeza que el actual gobierno ha utilizado contra todo aquel que huela a Borge o a Félix González Canto.
Es vox populi que gente de este gobierno utilizó ya la violencia física y mental contra al menos un ex funcionario de la pasada administración, y hoy el aún titular de la Auditoría Superior del estado (Aseqroo) Javier Zetina González, denunció presión y amenazas en su contra para renunciar al cargo.
Habla de “revanchismo político”, sin embargo no puede utilizarse este término cuando no se está midiendo con la misma vara, ni utilizando los mismos métodos de los que echó mano el gobierno de Borge. No, ahora se están excediendo…aún más.
Afirma que las presiones en su contra se han vuelto insostenibles, con amenazas que, agregó, pusieron el riesgo su tranquilidad, su salud, su libertad e incluso su patrimonio y su familia.
“El temor existe, pero ojalá que esto termine ya de una vez por todas”, dijo.
El gobernador aseguró en campaña que no habría revanchismos; sin embargo esto va mucho más allá, como en la época de la Inquisición.

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