Cuando lo tuvo, no quiso…y ahora lo quiere, cuando ya no lo tiene.
Resulta increíble que Joaquín Hendricks Díaz, aquel que se hizo famoso por ser el único gobernador en la historia que jamás quiso gobernar su estado, hoy a 11 años y medio de culminar su gestión, quiere recuperar el tiempo perdido o más bien el gobierno perdido.
Y así se ha metido hasta las entrañas de la administración de Carlos Joaquín González, con quien le une la animadversión hacia los dos últimos ex gobernadores, y ahora mete su cuchara en todo, sin importar que es uno de los priistas de mayor rango a nivel nacional dentro de un gobierno de la alianza PRD-PAN.
Joaquín Hendricks no sólo recomienda gente para ocupar diversas posiciones en el gobierno estatal, lo que da muestra de su jerarquía, sino que opera también en desactivar todo lo que tenga relación con los dos ex gobernadores.
Hoy el chetumaleño, quien sólo usó su cargo de mandatario estatal para viajar y vivir como todo un gigolo, sin importar lo que ocurriera en Quintana Roo, urge a renovar la dirigencia estatal del PRI, en manos de Raymundo King de la Rosa, operador de los dos ex gobernadores Félix González y Roberto Borge.
El también secretario técnico del Consejo Político Nacional del PRI consideró que la figura de Raymundo King como líder estatal está muy desgastada, por lo que declaró necesario que el Comité Ejecutivo Nacional realice un nuevo proceso para elegir a un dirigente que pueda estar a la altura de las circunstancias que actualmente enfrenta el partido en Quintana Roo. “Definitivamente creo que hay un importante desgaste en la dirigencia actual y el CEN tendrá que hacer sus valoraciones”, dijo.
En este espacio lo adelantamos: De la mano del Gobierno Estatal se está cocinando un nuevo PRI.
