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25 abril, 2024

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Era bola cantada

Dicen que todo cambio, duele…Y vaya que en Quintana Roo no podemos ni sabemos cómo llevar una transición en paz.

Rafa Martínez Cristo

Dicen que todo cambio, duele…Y vaya que en Quintana Roo no podemos ni sabemos cómo llevar una transición en paz.

Lo dijimos, era bola cantada que la sangre correría. Y lamentablemente así es…Este jueves masacraron al director de Gobierno, Isaías Capellini, un hombre rudo de la administración borgista.

Y por nada del mundo se puede minimizar el hecho, no sólo por el momento por el que atraviesa el Estado, sino por la misma forma en que fue acribillado, con decenas de balazos cuando iba a bordo de su camioneta.

Por supuesto que las cochinas especulaciones estuvieron a la orden y brotaron como palomitas de maíz. Que si sabía demasiado, que si él era el brazo ejecutor de los despojos en Tulum, que si bla…bla…bla

Lo ocurrido requiere de mucho más seriedad, urgen certezas, el pleno esclarecimiento de un hecho que pareció ser cometido por La Cosa Nostra, en las épocas de las grandes mafias italianas.

El hecho es que sin deberla, los ciudadanos de Quintana Roo no sólo padecemos la incertidumbre por el pleito casado entre el gobernador saliente y el entrante, sino que ahora nos postran contra la pared cagados de miedo, ¡carajo!

Y por supuesto, a patear a la gallina de los huevos de oro, a pegarle a la suerte, a la imagen de la entidad como destino turístico. Nuevamente Quintana Roo está en los ojos de México y del mundo por la ínfima calidad de gobernantes que históricamente ha tenido, que lo han saqueado y que lo han madreado.

Lo peor es que, al parecer, esto apenas comienza y podría arreciar conforme pasen los días, conforme se acerque el cambio de poderes, conforme los salientes se sientan más copados, acorralados, arrinconados y la desesperación los lleve a responder con más violencia.

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