Síguenos

¿Qué estás buscando?

10 mayo, 2024

Sin Categoría

El rey de las redes

¡En las redes sociales no se puede discutir!, dijo el gobernador Roberto Borge en su reaparición pública, mostrando agobio por la información, comentarios y reclamos que lo señalan en las redes como el gobernante que nadie quiere y como delincuente. Utilizó esa palabra.

Armando Tiburcio

¡En las redes sociales no se puede discutir!, dijo el gobernador Roberto Borge en su reaparición pública, mostrando agobio por la información, comentarios y reclamos que lo señalan en las redes como el gobernante que nadie quiere y como delincuente. Utilizó esa palabra.

Extraño el comentario viniendo de quien se dedicó, cual Rey de Redes, a ejercer y hacer sentir su mandato a tuitazo limpio. El dedo flamígero de su poder pulsó incansable las teclas para dejar en claro que una lectura rápida y descontextualizada de El Príncipe de Maquiavelo alecciona a un joven gobernante para que prefiera ser temido a ser amado. Con burlas, amenazas y regaños no dejó oponente, crítico o comentarista con cabeza, ya fuera personalmente o por solícitos e interpósitos troles. Al momento del mal cierre de su gobierno el pueblo envalentonado le hace saber que logró su objetivo con creces.

Parece que le afecta porque, a la vez, el aún gobernador afirma que todo el desencanto que le manifiestan es puro desgaste político; mucho ruido; pura llamarada de petate. Nada de qué preocuparse fuera del inframundo de las redes; nada fuera de la ley ni de lugar. Agrega que habrá de atender las inconsistencias legales que señala la PGR y se harán los ajustes que limen las uñas del “paquete de impunidad” sin que ello signifique que habrá castigo en su contra.

¿Ante qué estamos? Se han visto gobernantes y funcionarios emprender la huida desesperada cuando el mundo se les viene encima. Otros, en igual circunstancia, se mantienen estoicos a la espera inútil de la salvación repentina por parte del manto supremo que creen los protege y que nunca llega. Los más, hacen lo necesario para aguantar el temporal de la crítica mediática, mientras la justicia abre bien los ojos y no sucede nada. Pronto lo sabremos.

Te puede interesar

Advertisement