La situación política en Quintana Roo se ha radicalizado, se ha marcado una clara polarización de la sociedad que en nada beneficia a la entidad y que, por el contrario, podría dejar saldos muy lamentables.
Hoy las posturas están más que vistas y la opinión de la gente es muy clara. Y es que es principio básico de comunicación que la sociedad siempre va a estar a favor de quien aparece como la víctima y totalmente en contra de quien le tocó el papel de tirano, siendo que Carlos Joaquín ocupa el primero de los lugares y el gobernador actual, Roberto Borge, se ha hecho pasar como el malo de la película.
Pero paradójicamente, Borge aparece en este malévolo papel porque así lo ha querido, porque así lo construyó e incluso pareciera que lo ha disfrutado desde el inicio de su mandato.
Cómo olvidar aquella frase que repitió una y otra vez Félix González durante los últimos días de su administración: “Cuidado, porque Beto no es Félix”, lo advirtió en tono de amenaza, jugando así el primer papel del bueno contra el malo.
Y más allá de agraviar al entonces gobernador entrante, esa frase, ese miedo los hizo propios. Le gustó el papel de malo, de represor, de burlón, de castigador…y esa es la factura que ahora tendrá que pagar, porque entonces fue él quien así entregó el papel de bueno a Carlos Joaquín.
Como la reina roja, como la cabezona de Alicia en el país de las Maravillas que sólo gritaba “¡perderá la cabeza!”, cuando alguien osaba desobedecerla; hasta que el tiempo marcó su final y entonces la corona fue entregada a la reina blanca, a la que la opinión pública la puso como la buena, por el simple hecho de ser la contraria a la mala.
Principio básico de comunicación, de opinión pública, de psicología social.
