Aunque lo intente, el ayuntamiento de Benito Juárez no puede librarse de su responsabilidad en el caos que vive la Ciudad.
Remberto Estrada Barba, como alcalde es el primer responsable de lo que acontece al interior de las paredes de esta gran urbe y lo que pasa no es precisamente bueno.
Si bien es cierto que en apariencia la situación es buena, porque Cancún en los recientes días estuvo al tope de su ocupación hotelera, esto no es a consecuencia del trabajo realizado por las autoridades municipales, sino al de los organismos de promoción, hoteleros y las secretarías de turismo, Federal y Estatal, y en menor medida la municipal.
Pero párele de contar. El resto es un completo caos.
Tenemos una deficiente recolección de basura, una insipiente seguridad, pésimo servicio de alumbrado público, y además una creciente corrupción en las direcciones que manejan dinero.
De la pavimentación ni hablemos, hay baches ahora que no hay lluvias, imagínese lo que nos espera ahora que las lluvias llegaron. Tendremos una crisis en esta materia.
No es una exageración. No. No es señalar por señalar. Se trata lo destacar lo que a simple vista tenemos en las calles de esta ciudad.
Cualquiera que lo dude, que haga el simple ejercicio de recorrer las regiones populares de Cancún, no las Kukulkán, o la Tulum o Bonampak –en ciertos tramos-, sino en las regiones que se ubican fuera de la zona hotelera y del primer cuadro de la ciudad.
Y no es que estas zonas estén libres de pecado, sino porque las demás están mucho peor. Ah, y que este recorrido lo hagan luego de las 8 de la noche, para que se percaten de lo que digo. Se encontraran a una ciudad en penumbras, sucia, y con peligros acechando en cada esquina, porque eso de que la delincuencia ha bajado es puro cuento.
En contra parte vemos líneas y portadas destacando el trabajo de este funcionario público, pero en la realidad, tenemos ciudad caótica y con mucho trabajo por hacer.
Al alcalde le caería bien menos farándula, menos reflectores y maquillaje, y más trabajo de campo, trabajo de supervisión de lo que hacen sus colaboradores, pues parece que van por la libre.
Como en toda organización si la cabeza está mal, el resto del cuerpo no funciona, no tiene coordinación motriz. Y eso es lo que le pasa al municipio de Benito Juárez.
Esperemos que llegue un poco de luz a esta administración municipal y que las luces de neón.
