Gregorio Sánchez Martínez
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Viviendo la cultura del menor esfuerzo
Quienes viajan por el camino inferior de la mediocridad viven el software cultural del ego, la escasez y el victimismo – Stephen Covey
Vivimos sumergidos en una cultura “light”, que significa “ligero”. Es una cultura enfocada a destacar la superficialidad y obviar la verdadera esencia. La globalización nos ha permitido obtener un sin fin de información y soluciones rápidas a problemáticas con tan solo un “click”, lo cual es benéfico, siempre y cuando no frene nuestro desarrollo. Como consecuencias tenemos estudiantes, profesionistas y gobiernos sin criterio propio ni creatividad, acostumbrados a imitar y replicar, pero no a crear. Entonces… ¿Quiénes rigen nuestro futuro?
La mediocridad se ha disfrazado de talento, donde los mediocres son los más populares, los más escuchados en medios de comunicación, los más ascendidos en puestos importantes y a los únicos que votamos en las elecciones; por el simple hecho, de que manejan el arte de la manipulación ante una sociedad carente de información veraz obtenida con el esfuerzo de la investigación real.
Cada día exigimos más las famosas “píldoras mágicas” para adelgazar, para el insomnio, para cada necesidad del cuerpo, sin corregir realmente el origen del problema, lo único que queremos es un disfraz. Ya existe la “máquina” para obtener el “cuerpo perfecto” obviando la salud; la página web con todas las respuestas de las tareas; las universidades para titularse en pocos años u obtener una preparatoria en meses. Ya contamos con religiones que ofrecen soluciones rápidas ante el pecado y la fórmula para invalidar la ley causa-efecto y para colmo, ya exigimos un gobierno que nos solucione todos y cada uno de los problemas: gobiernos que eduquen a nuestros hijos, que los entretengan para que no vaguen en las calles y se conviertan en delincuentes, empleos con mejores salarios, jornadas más cortas y asistentes para las asistentes….
¡Despierta México! Una espiritualidad mediocre nos ha llevado a una crisis de ética y de valores con una delincuencia de formación exprés; una educación mediocre ha generado una crisis económica que nos impide lograr el desarrollo a pesar de ser un país con innumerables riquezas naturales.
Es hora de retomar la cultura de esfuerzo, perseverancia y valentía que nos heredaron nuestros ancestros y elevar el nombre de México.
Esfuérzate y sé valiente, que yo soy el Señor tu Dios y estaré contigo por dondequiera que vayas. (Josué 1:9)
Hasta pronto
