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julio 12, 2025

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Ciudades de Quintana Roo “invadidas” por fauna

Jazmín Ramos / Grupo Cantón 

En tres años, los avistamientos de fauna salvaje en zonas urbanas de Q. Roo crecieron 30 %, por la pérdida de hábitat y el avance del Tren Maya.

Cancún.- El avistamiento de animales salvajes en zonas urbanas en Quintana Roo aumentó hasta en un 30 por ciento en los últimos tres años, debido a la pérdida de su hábitat causada por el impacto de la mancha urbana, los desarrollos turísticos, la actividad ganadera y forestal, refirieron biólogos, así como activistas ambientales.

Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen y Tulum son los municipios con mayor impacto en los ecosistemas, que se recrudeció con los trabajos del Tren Maya, al grado que es común que aves, mamíferos y reptiles se acerquen a las ciudades en busca de alimento y agua, lo que aumenta el riesgo de ataques, además de la propagación de enfermedades.

Datos del Sistema Satelital de Monitoreo Forestal (SAMOF) y de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), refieren que en el estado se han perdido alrededor de 194 mil hectáreas de selva y el 50 por ciento del manglar en los últimos diez años.

Ante ello, diversas especies se ven amenazadas, destacando los jaguares, venados de cola blanca, monos, cuatíes, tigrillos, cocodrilos, tortugas y serpientes, que suelen llegar a la zona urbana por desorientación, en busca de alimento o porque emprenden el éxodo hacia otras regiones.

El biólogo Ricardo Saldo Cruz explicó que la deforestación por las actividades humanas está cambiando el comportamiento de la fauna, ya que, al alterar su hábitat, se mueven a otras zonas buscando sobrevivir.

No obstante, dijo que ante ese éxodo suelen acercarse a las ciudades o pasan por las carreteras y en ese proceso suelen sufrir accidentes; los atropellan o se electrocutan.

También otro factor, es la falta de alimento o agua, sobre todo en verano, de modo que los animales llegan a las zonas habitacionales en donde encuentran basura y otros recursos con los cuales se alimentan; sin embargo, esto puede enfermarlos y propagar contagios.

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Según un reporte del Heroico Cuerpo de Bomberos de Cancún, en 2024 se rescataron un total de 143 animales salvajes, entre ellos cocodrilos, serpientes y cuatíes que llegaron a las zonas urbanas, los cuales fueron puestos a disposición de las autoridades ambientales, quienes después los liberaron de regreso a la selva.

No obrantes, cada año aumentan los avistamientos de fauna silvestre; de hecho, a raíz de los trabajos del Tren Maya, se han captado en video varios jaguares rondando por unidades habitacionales de Cancún, Playa del Carmen y Tulum.

Es más, en repetidas ocasiones el ambientalista e integrante del colectivo Selvme del Tren, José Urbina Bravo denunció que el megaproyecto complicaría la sobrevivencia de la fauna de la región con la deforestación, el derrumbe de cuevas y la contaminación del agua.

Asimismo, advirtió que las medidas de mitigación y conservación anunciadas por el gobierno federal por las obras del convoy eran prácticamente nulas para proteger la flora y fauna de la zona, principalmente el jaguar, a pesar de que se trata de un animal protegido por la NOM 059 Semarnat 2010.

En el caso específico de esta especie, las propias autoridades ambientales indicaron que se requería entre dos mil 500 y 10 mil hectáreas para satisfacer las necesidades de alimentación del jaguar y, en contraste, en Quintana Roo se han talado más de 10 millones de árboles por el Tren Maya.

De hecho, a raíz de los trabajos del convoy en redes sociales se han compartido imágenes y videos de mamíferos que rondan por los vecindarios; el último de ellos fue un venado de cola blanca que llegó hasta la Quinta Avenida de Playa del Carmen.

También es común que los monos, cotíes y tapires se acerquen a las zonas habitacionales de Tulum, mientras que en Cancún denunciaron avistamientos de jaguares en el fraccionamiento Villas del Mar, y Aloja.

Además, otro factor al que se enfrenta la fauna ante el avance de la mancha urbana es el atropellamiento cuando intentan cruzar al otro lado de la selva; prueba de ello es que solo en la carretera 307 que conecta a Cancún con Tulum seis jaguares han sido embestidos.

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Asimismo, se tiene contabilizada la muerte de un puma que fue encontrado muerto a la orilla de la carretera Cafetal-Mahahual, al sur del estado; ahí se reporta mensualmente hasta cinco atropellamientos de fauna silvestre, destacando tlacuaches, aves, zorros y felinos.

Esto de acuerdo al biólogo y especialista en Protección Civil Rubén Borau Gracias, no solo pone en riesgo la biodiversidad, sino que también es un peligro para la población, pues cada día es más común el avistamiento de animales en busca de comida y agua en las zonas urbanas, lo que puede conflictuar su interacción.

Por su parte, el director de la Fundación Santuario de Akumal, Javier Martínez, que, si continúa la deforestación desmedida, habrá más especies en peligro de extinción e incluso hay animales que están perdiendo sus instintos ante la convivencia con humanos.

Mencionó que se está volviendo cotidiano el avistamiento de animales en zonas urbanas, al grado que ya hay interacción con la población, sobre todo con monos y especies menores que a simple vista no representan peligro, por lo que se le suele dar comida.

“Es común ver en redes sociales videos de monos araña cerca de los hoteles y comercios, que por sobrevivencia se acerca a las zonas urbanas en busca de comida; pudiera considerarse como algo divertido, pero la realidad es que están perdiendo su hábitat”.

Dijo que, con el desplazamiento de los animales, algunos son atropellados, se electrocutan o se convierten en mascotas; sin embargo, en el proceso, los ejemplares sufren daños que comprometen su sobrevivencia.

Ante ello, indico que el santuario alberga 298 ejemplares de 39 especies diferentes que fueron rescatados por infinidad de circunstancias; entonces, una vez rehabilitados, ya no pudieron ser liberados a la vida silvestre por sus condiciones y se mantienen en el lugar, dándoles una segunda oportunidad.

Asimismo, hizo un llamado a la población para no dañar a las especies que suelen acercarse a las zonas urbanas y realizar el reporte a las autoridades ambientales para que los regresen a su hábitat.

Además, pidió no comprar animales silvestres, los cuales generalmente forman parte del tráfico ilegal.

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En tanto, las autoridades municipales también han advertido a la población con el caso de la dirección de Ecología de Benito Juárez, no acercarse a los animales y reportarlo a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) con el propósito de proteger a las especies y liberarlas en su hábitat.

Admitieron que si los animales se sienten amenazados o creen que están defendiendo su territorio o buscan proteger a sus crías, pueden atacar, de ahí la importancia de evitar interactuar con los ejemplares y hacer el reporte correspondiente.

De igual forma, las autoridades de Playa del Carmen y Tulum recomiendan a la población alejarse de los animales, no darles comida y pedir ayuda, pues lo importante es salvar a la especie, así como no ponerse en riesgo.

En ese sentido, la presidenta de la Sociedad Protectora de Animales “Luum Balicheo”, Sara Rincón Gallardo, señaló que es lamentable que, ante la permisividad de las autoridades ambientales, se sigan dado permisos a proyectos que son de alto impacto, pues esto genera afectaciones a los ecosistemas, desplaza la fauna y genera contaminación del manto freático.

Comentó que prueba de los efectos a los ecosistemas es el hecho de que la fauna silvestre esté perdiendo su hábitat al grado de que busca alimento en las zonas habitadas. Otro punto es la contaminación de la laguna, que también está propiciando que los cocodrilos migren al mar en busca de comida.

Bajo ese panorama, urgió a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a hacer cumplir la ley, fomentar el desarrollo sustentable, establecer medidas que permitan mitigar el impacto al ecosistema y crear programas de protección para los animales desplazados o en peligro de extinción.

Cabe indicar que los datos de la SAMOF señalan que el desarrollo urbano y turístico ha propiciado la deforestación de mil 882 hectáreas en el último año, mientras que con la construcción del Tren Maya se perdieron 6 mil 18 hectáreas.

Con ello, no solo se reduce la diversidad de especies, sino que se amenaza a las poblaciones de animales y plantas que dependen de la selva; además, contribuye al cambio climático, pues reduce la capacidad para absorber el dióxido de carbono.

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