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17 mayo, 2024

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Atraer, mantener y motivar a otros

Las apariencias engañan, reza un dicho popular y en muchas ocasiones nos dejamos llevar por lo que parece más que por lo que es, en todos los ámbitos de la vida.

Si nos enfocamos en lugares como centros de hospedaje, restaurantes, ciudades o bienes materiales como autos, casas, etc. Puede tener un impacto menor el equivocarnos entre lo que parece y es. Un auto puede ser atractivo porque aparenta confort, estabilidad, espacios amplios o potencia, pero si al probarlo comprobamos que no es así, con facilidad buscamos otras opciones sin mayor problema.

Analicemos qué sucede cuando se trata de seres humanos, y un ilustrativo ejemplo es, ese momento donde nos atrae otra persona y en la primera cita cae de nuestra gracia, perdemos el interés total, los temas de conversación son triviales, no hay química y sobre todo nos damos cuenta que no era lo que aparentaba.

Si esto lo trasladamos al sector educativo o empresarial, tenemos un problema mayúsculo, ya que las personas toman decisiones de estudiar o trabajar en instituciones o empresas que de entrada les son atractivas y que pareciera van acorde a sus intereses y objetivos.

Derivado de las anteriores analogías surge la siguiente pregunta: ¿Cuál es el reto de un líder en el siglo XXI? Una institución o empresa líder seguramente está conducida por un director o grupo de líderes, que tienen la visión de lograr el siguiente triduo: Atraer, mantener y motivar a las personas.

ATRAER, es importante ser atractivos para nuestros clientes internos y externos, lograr dar una buena impresión desde el principio, desde la primera vez y una vez que logramos ser preferidos por los clientes, entonces entra la siguiente etapa.

MANTENER y significa ser congruentes, cumplir con lo que se ofrece o se compromete, que se mantenga la calidad del producto o servicio ofrecido, así como los precios para lograr retener a los clientes que dicho sea de paso es la etapa más difícil, tal como lo dice el dicho. “Lo importante no es llegar a la cima, sino, mantenerse”. Y finalmente la tercera etapa que es MOTIVAR, una vez que logramos atraer y mantener a nuestros clientes, hay que darles motivos permanentes de vida, de felicidad, de luchar por sus sueños, que cada día logren estados de confort más elevados para que sientan y comprendan la importancia de hacer su trabajo con calidad y ánimo.

Si se logra comprender la importancia y trascendencia de este proceso y los beneficios que trae a la institución, empresa, y a la misma sociedad, seguro disminuirá la rotación de personal, la deserción de estudiantes, los divorcios entre las parejas, la ruptura de amistades y las alianzas corporativas serán perdurables.

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