Roberto Lemus / Grupo Cantón
“Cuando vimos el precio de una sola latita de agua entendimos el negociazo que están haciendo”.
TULUM.- La inconformidad de una familia proveniente del estado de Querétaro encendió la polémica por los altos precios que se registran en las playas del Parque del Jaguar, donde una simple lata de agua de 355 mililitros alcanzó un precio de hasta 70 pesos.
La denuncia fue hecha por Monserrat Reyes Palacios, madre de familia, quien consideró el costo como “abusivo e insostenible” para visitantes nacionales, especialmente familias con niños.
La turista relató que llegó junto con sus hijos y su sobrina con la intención de disfrutar de un día agradable frente al mar.
Sin embargo, la experiencia se vio empañada por los elevados precios de los productos básicos, como el agua potable.
En la playa Santa Fe, una de las más visitadas dentro del Parque, adquirió una lata de agua purificada a 70 pesos.
Al caminar hacia otra zona del mismo litoral, notó que el precio de la misma presentación era de 50 pesos, lo que confirmó su sospecha de una falta de regulación en los precios dentro del recinto natural.
Reyes Palacios también cuestionó la operatividad de los módulos de agua potable ubicados en los accesos a las playas, los cuales supuestamente ofrecen hidratación gratuita mediante grifos.
“Ninguno funcionaba. Esto nos hace pensar que hay un acuerdo entre la administración del Parque y los vendedores para obligar a los visitantes a comprar agua embotellada a precios excesivos”, sostuvo.
Si bien la visitante reconoció como positiva la medida de restringir el ingreso de botellas de plástico para cuidar el medio ambiente, señaló que dicha política pierde legitimidad cuando se convierte en una estrategia para lucrar con las necesidades básicas de los turistas.
“Cuando vimos el precio de una sola latita de agua entendimos el negociazo que están haciendo”, expresó.
Ante el panorama, la familia decidió abandonar el destino y trasladarse a Playa del Carmen, donde —según dijeron— los alimentos y bebidas junto al mar resultan mucho más accesibles. “Hace dos años estuvimos en estas mismas playas y la experiencia fue completamente distinta.
Hoy, bajo la administración del Parque del Jaguar, todo cambió para mal”, concluyó Reyes Palacios, asegurando que no planea regresar a Tulum.
Hasta el momento, ninguna autoridad del Parque del Jaguar ha emitido una postura oficial sobre la denuncia.
