Roberto Lemus / Grupo Cantón.
Obreros afirman que las medidas básicas de seguridad no están siendo aplicadas por todos los empleadores.
TULUM.— A pesar de las recomendaciones oficiales emitidas por Protección Civil, decenas de trabajadores de la construcción en Tulum continúan expuestos a temperaturas que han superado los 36 grados centígrados durante esta semana, sin que sus empleadores garanticen condiciones mínimas de protección contra el calor extremo.
En un recorrido por diferentes zonas de obra del municipio, varios obreros afirmaron que las medidas básicas de seguridad no están siendo aplicadas por todos los patrones. Aunque en algunos casos se permite hacer pausas o se proporciona agua, muchos aseguran que las condiciones siguen siendo precarias.
“Aquí el patrón sí nos da descansos, pero no sabía que había recomendaciones. El calor está insoportable, pero hay que trabajarle para llevar el sustento a casa”, comentó un trabajador que colocaba losas en una obra residencial, visiblemente afectado por la intensidad del sol.
Las recomendaciones oficiales incluyen el suministro constante de agua potable, descansos en áreas sombreadas, uso de ropa ligera y bloqueador solar, así como capacitaciones para identificar los síntomas del golpe de calor. No obstante, varios testimonios recogidos coinciden en que estos protocolos rara vez se cumplen.
“Aquí se trabaja porque se trabaja. Lo que falta es que la autoridad venga y supervise, porque si no, nadie obliga al patrón a que nos cuide”, denunció una trabajadora encargada de mover carretillas bajo el sol. “Sí hay agua, pero hasta allá, y a veces ni quita la sed”, agregó.
El golpe de calor es una condición médica grave que puede provocar mareos, vómitos, desorientación y, en casos extremos, la muerte. Las normas oficiales mexicanas NOM-030-STPS y NOM-017-STPS establecen la obligación de los empleadores de proteger a sus trabajadores de condiciones ambientales extremas, como las altas temperaturas.
Hasta el momento, no se ha informado de operativos recientes de supervisión por parte de las autoridades municipales o estatales para verificar el cumplimiento de estas normas en los sitios de obra.
Mientras tanto, los trabajadores continúan improvisando soluciones, como refugiarse bajo cartones, lonas o estructuras incompletas, en jornadas que se extienden durante las horas más intensas del día. La falta de vigilancia oficial mantiene a muchos en riesgo, en un contexto donde el calor extremo se ha convertido en una amenaza diaria.
