Roberto Lemus / Grupo Cantón
“Originario de Tlaxcala y reconocido internacionalmente por su estilo colorido y simbólico”
TULUM.— El arte urbano mexicano perdió a uno de sus exponentes más destacados.
Israel Guerra Romero, mejor conocido como ‘Spaik’, falleció en la ciudad de Tulum, víctima de un infarto.
El muralista, originario de Tlaxcala y reconocido internacionalmente por su estilo colorido y simbólico, se encontraba con su pareja en unos departamentos de la colonia La Veleta, donde fue sorprendido por la muerte a los 38 años de edad.
De acuerdo con los primeros informes, la llamada de emergencia fue recibida alrededor de las 2:56 de la madrugada, reportando a una persona inconsciente en un domicilio ubicado en la calle 11 Poniente entre 10 y 12.
Elementos de la Policía Estatal Preventiva acudieron al sitio y confirmaron el deceso, dando aviso a la Fiscalía General del Estado con sede en Tulum, cuyos peritos e investigadores se hicieron cargo del levantamiento del cuerpo y las diligencias correspondientes.
Según el testimonio de María, pareja del artista, la noche anterior habían salido a cenar y posteriormente regresaron al lugar donde residían temporalmente. Durante la madrugada, Spaik comenzó a sentirse mal, lo que motivó el llamado al 911.
Lamentablemente, los esfuerzos por salvarlo resultaron infructuosos.
El fallecimiento ha generado una ola de reacciones en redes sociales, donde colegas, instituciones culturales y seguidores del arte urbano han lamentado profundamente la partida de quien fue considerado uno de los herederos contemporáneos del muralismo mexicano.
Su obra más reciente fue realizada en la Plaza Cervantina de Ciudad Juárez, como parte del Festival Control, donde pintó un mural sobre la travesía migrante con mariposas monarcas y una serpiente entre el paisaje desértico.
Spaik comenzó su carrera en 1999 pintando grafiti, y con el tiempo evolucionó hacia el muralismo, destacando por integrar animales, colores vivos y referencias culturales en cada una de sus piezas.
Su trabajo cruzó fronteras, con murales en Estados Unidos, Europa y África, donde fue celebrado por su enfoque social y estético.
“Esta plaza lucía devastada, y el arte viene a transformar eso que parece que ya no sirve o darle otro valor”, expresó en su última entrevista pública, apenas el 5 de abril, en Ciudad Juárez. Fue esa visión transformadora la que marcó su legado.
El Instituto Mexicano de Investigaciones Cinematográficas y Humanísticas, del que fue becario destacado, publicó un emotivo mensaje: “Con gran dolor nos despedimos de Israel Guerra Romero, conocido como Spaik (…) Seguirás vivo en nuestros recuerdos y en tu legado artístico”.
Hoy Tulum despide en silencio a un artista que vino a llenarla de color, pero cuya luz se apagó antes de tiempo.
El muralismo mexicano está de luto.
