Del octavo puesto en 2020, ahora cae estrepitosamente al 20 a nivel nacional
CRISTINA ESCUDERO
GRUPO CANTÓN
CANCÚN. De acuerdo al informe dado a conocer por el índice de Transparencia del Gasto de Salud 2021 y realizado por la empresa consultora ARegional, el estado de Quintana Roo se encuentra reprobado en ese rubro, ya que de ocupar el octavo puesto en 2020, ahora se ubica en el lugar 20 a nivel nacional.
Noemí García Carrillo, coordinadora de Transparencia y Rendición de Cuentas de ARegional, asegura que la información financiera y fiscal en el sector salud es deficiente, ya que no hay un cumplimiento claro en informes.
Y añadió: La transparencia en el gasto de salud es una asignación pendiente en México, un ejercicio realizado en enero de este año revela que 22 entidades del país reprobaron por la precariedad en la información presentada en los portales oficiales sobre este rubro en cuanto al manejo de recursos públicos.
En el caso de Quintana Roo que se encuentra en los 22 estados reprobados, ocupando el lugar número 20, con una calificación reprobatoria de 41.62, en el Índice de Transparencia del Gasto en Salud 2021.
La entidad no tiene un control efectivo de inventarios de medicamentos y está incumpliendo con la Ley General de Contabilidad Gubernamental
Por su parte, Cutberto Anduaga Lugo, editor de ARegional, indicó que en los cinco años que llevan realizando el índice, México a la fecha no ha tenido una calificación aprobatoria y explica que la razón para esta falta de transparencia, “no es por la coyuntura de la pandemia de Covid-19, es por la falta de voluntad para dar a conocer el uso de recursos públicos que deben de estar disponibles y no se acatan las reglas para hacer transparente el gasto”.
El estudio representa un instrumento estadístico que permite conocer la disponibilidad de la información financiera generada por las secretarías estatales de Salud y/o los organismos públicos descentralizados y en el caso de Quintana Roo, se presentaron serias deficiencias como la desactualización de su información financiera; no se cuenta con información histórica de al menos seis años, no hay claridad en las compras durante la pandemia por Covid-19 y por si fuera poco, existe opacidad en inversión de obras haciendo énfasis en la falta de claridad en cuanto a licitación o adjudicación directa.
