Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo
La miel orgánica ha generado un nicho de oportunidades para las comunidades mayas en Quintana Roo, el néctar de las abejas producida de manera tradicional tiene una excelente aceptación en Europa, por lo que ese el principal reto para los productores apícolas locales.
Sin embargo, para exportar la miel al viejo continente se requiere cumplir ciertos estándares de calidad, entre ellos que el néctar esté libre de polen transgénico, una tarea titánica debido al uso desmedido de los agroquímicos.
Y es que la miel orgánica se caracteriza por su estado puro, un proceso de producción exento de contaminantes, desde la fabricación de las colmenas, tratamientos sanitarios, extracción y envasado; de lo contrario disminuye su valor comercial.
A pesar del minucioso esquema que requiere la miel orgánica, es una opción para generar una fuente de ingresos en las comunidades mayas, y es ahí donde las organizaciones sociales se han enfocado, en potencializar las habilidades de los productores locales, tal es el caso del colectivo Ya´Chaak A. C. que trabaja en la certificación para poder exportar el néctar a Europa.
El coordinador del proyecto es Daniel Mutil Nah, quien explicó a Quintana Roo HOY que de 20 productores de comunidades pertenecientes al municipio José María Morelos, conformaron la asociación, en donde un grupo multidisciplinario los apoya en el proceso a fin de contar con la infraestructura, capacitación y certificación que les permita ser competitivos en el mercado internacional.
Señaló que, aprovechando que los productores cuentan con la experiencia en la apicultura y existen las condiciones para impulsar el proyecto, se han establecido los vínculos a fin de lograr financiamiento con dependencias federales del ramo.
Dijo que recientemente recibieron recursos por más de 200 mil pesos para impulsar la actividad por parte de la Secretaría de Desarrollo Social, presupuesto que les permitirá concluir la primera etapa del proyecto y posteriormente buscar la certificación, con la cual se le da la distinción de miel libre de contaminantes.
“Lo que se busca es impulsar la producción orgánica de miel en estas comunidades de la Zona Sur, en donde no se tienen las oportunidades de desarrollo como existen en la parte Norte del estado, derivadas de la industria turística, en este caso estamos aprovechando la habilidades que tienen los productores en la apicultura, pues se han dedicado años a esa actividad”, indicó.
Mencionó que, una vez que se cumplan todos los lineamientos que establece el mercado internacional para la exportación de la miel orgánica, el siguiente paso será vincularlos al mercado, por ello la importancia de capacitar a los apicultores sobre los esquemas de producción, que permitan poder producir una miel 100 por ciento pura, en virtud de que el precio del néctar se define precisamente por su calidad.
Dijo que el gran reto para los apicultores es lograr una producción de alta calidad, aunque reconoció que actualmente los productores del ramo, no sólo en Quintana Roo sino en todo el país, están enfrentando los problemas del cambio climático y el uso excesivo de agroquímicos, dado que ya se ha detectado que las abejas extraen polen de flores expuestas a tratamiento químicos y sintéticos.
“Lamentablemente la empresa más grande de agroquímicos, Monsanto, ya llegó a la Península de Yucatán, los cual nos puede afectar, entonces la idea es enseñarle a los apicultores a evitar la contaminación de la miel durante todo el proceso de producción”.
Recalcó que el impacto de los agroquímicos puede dañar severamente la actividad y hay zona donde está muy fuerte, de tal modo que se tiene que poner especial atención en ese rubro, pues si la miel se contamina pierde su valor comercial y es muy penado en el mercado europeo.
Asimismo, adelantó que la meta de producción para poder iniciar la exportación será de unas 20 toneladas, no obstante conforme vayan fortaleciendo la infraestructura irán incrementado su capacidad, que puede variar según las condiciones de clima.
En cuanto a la certificación, se apoyan con especialistas universitarios y asociaciones que operan en Yucatán, que junto a Chiapas, son los principales vendedores de miel orgánica en el país.
