Por Ángel Canul / Grupo Cantón
CHIQUILÁ.- Alejandro Ramón Gallardo “alias el duende”, capitán del barco brazo fuerte 13 relata las peripecias que pasó durante las ráfagas del viento originados por el frente frío número 32, porque durante el impacto estaban a 30 millas al norte de cabo catoche.
Explicó que había ráfagas de 80 a 90 kilómetros por hora y oleaje de tres a cuatro metros de altura y fue necesario buscar refugio en la zona de boca nueva y afortunadamente no hubo pérdidas que lamentar.
Agregó que al medio día estaba insoportable el viento y de manera natural te despista por el oleaje y es un verdadero peligro, porque el barco puede hundirse por el oleaje.
Aseguró que una contingencia de esa naturaleza a nadie se le desea, porque hasta podrías pensar que es el fin del mundo sobre todo porque no hay esperanzas de que puedan venir a rescatar.
Sin embargo, dijo que afortunadamente llegó bien al puerto de Chiquilá donde tiene gratos recuerdos de gente trabajadora en la captura de escamas.
