Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo
La impunidad que pesa sobre los crímenes contra la comunidad de personas Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transenxuales (LGTB), tienen su origen en la falta de una legislación que tipifique los asesinatos dolosos en el código penal como muertes derivadas de la homofobia y en la carencia de protocolos en las instancias de procuración de justicia para investigar y dar seguimiento a estos casos.
Este vacío en la ordenanza, ubica a Quintana Roo entre las entidades del país con el mayor número de muertes por odio sin resolver, ya que en los últimos tres años se tiene el registro de unos 60 casos empantanados, además a la hora de que los agentes ministeriales redactaron los informes sobre esos crímenes usaron palabras discriminatorias.
De acuerdo a datos de organizaciones sociales como Circulo Igualitario, Red Positiva, la Red de la Equidad y los Derechos Humanos en Quintana Roo y el Observatorio de la Gobernanza para la Cooperación y el Desarrollo, refieren que los asesinatos contra la comunidad LGTB se han cometido con tal saña que muestra homofobia, exponiendo la intolerancia contra quienes tiene una tendencia sexual diferente a la marcada por la sociedad.
Asimismo, los reportes de las corporaciones policiacas refieren que las muertes violentas que ha sufrido este sector va a la alza; sin embargo, independientemente de cómo se hayan cometido el crimen, se realizan las investigaciones para poder fincar responsabilidad, aunque admiten que no se siguen protocolos en relación a este tipo de casos, ya que se carece de ellos, pues al no estar en el código penal tipificado como tal, se procede como un asesinato común.
Al respecto, el presidente de la asociación civil Círculo Igualitario, Edgar Mora Ucán, señaló que si bien los crímenes por odio tienen un mayor impacto en la comunidad LGTB, estas muertes también puede ir contra personas de una determinada raza, por profesar alguna religión e incluso por seguir tendencias de moda, de tal suerte que la aversión no solo va en contra de quienes profesan una tendencia sexual diferente, sino contra grupos minoritarios.
“El tema del odio, va más allá de la comunidad LGTB, aunque sí hay una marcada tendencia contra el sector debido a que existen grupos que fomentan esta violencia y en ocasiones comienza desde el hogar, pues generalmente son rechazados por la propia familia”.
Moran Ucán, mencionó que para ir cerrando esta violencia contra las personas que deciden ejercer su sexualidad de una forma distinta a la heterosexual, se deben establecer políticas públicas integrales que incluyan a la familia, la escuela, las instituciones de gobierno y los centros de trabajo, ya que la burla y escarnio están presentes en todos los ámbitos sociales.
Dijo que, el rechazo ha provocado esta violencia, al grado de las personas de la comunidad LGTB suelen decidir asilados de la familia, entonces al vivir solo, están más expuestos, pues al socializar suelen encontrarse con personas intolerantes, que al darse cuenta de que no tiene círculos que los protejan, suelen ser presa fácil.
Comentó que, esta situación ha generado crimines aberrantes, en donde los homosexuales, transexuales o lesbianas, murieron con tal saña, que muestran las peores bajezas del ser humanos, pero lo más grave aún es que esos crímenes han quedado en la completa impunidad.
“Cuando se tiene el reporte de un crimen contra la comunidad, al no haber un tipificación en el código como delito de odio, se integra la averiguación como una muerte violenta, pero no se investiga como un crimen relacionado a la homofobia, por lo tanto difícilmente se puede fincar responsabilidad, quedando impune.
Estancado por falta de legislación
Por su parte la presidente de la Red de la Equidad y los Derechos Humanos en Quintana Roo, María Márquez Pérez, señaló que ante la falta de una legislación en lo relacionado a crímenes por odio, se dan las condiciones para que esos delitos queden empantanados y no se finque responsabilidad, ya que al no existir como tal en el código penal, se carece de un procedimiento para investigar estas muertes.
Dijo que, de por si los agentes ministeriales no están capacitados, ni cuentan con el equipo para realizar las investigaciones de los crímenes comunes, por lo que se tienen alto índices de impunidad, en estos casos donde se requiere un protocolo a seguir, pues el tema de la procuración de justicia es nula.
Márquez Pérez, dijo que estados con alta afluencia de turismo como en el caso de Quintana Roo, se tiene un desarrollo social desigual, es decir en algunas hay opulencia y otras marginación lo que ocasiona problemas sociales, entonces esto se refleja en el desarrollo de la comunidad y se generan resentimientos que en algunos casos afectan más a determinados grupos, en este caso el de la comunidad LGTB.
Señaló que, ante ello se requieren políticas públicas integrales en donde toda la sociedad participe y sobre todo se fomente la tolerancia a quienes muestras tendencias distintas a las establecidas a la sociedad.
