CANCÚN, Q.Roo.- A partir del decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 3 de febrero de 1983, sobre la reforma al artículo 115 de la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos, refiere al municipio como cédula básica del régimen federal por lo que adquiere mayor trascendencia, y lo faculta en materia de desarrollo urbano para: formular, aprobar y administrar la zonificación y planes de desarrollo urbano municipal.
Además de participar en la creación y administración de sus reservas territoriales; controlar y vigilar la utilización del suelo en sus jurisdicciones territoriales; intervenir en la regularización de la tenencia de la tierra urbana; otorgar licencias y permisos para construcciones; participar en la creación y administración de zonas de reserva ecológica y actualizar y proponer al Cabildo los reglamentos y disposiciones administrativas necesarias, de conformidad con el artículo 27 de la Constitución.
Sin embargo, la colonia Chiapaneca, junto con otros asentamientos irregulares de menor tamaño, ubicados principalmente en predios del ejido Alfredo V. Bonfil, quedaron excluidos del nuevo Programa de Desarrollo Urbano (PDU) de Cancún 2014-2030.
El PDU del Centro de Población de Cancún fue elaborado sobre una extensión de 143 mil hectáreas, de las que el 65% se componen actualmente de la mancha urbana del destino, se incluyeron decenas de colonias irregulares, donde se calcula que hay distribuidos unos 60 mil lotes.
Esto es, si en Cancún habitan un millón de personas, por lo menos 200 mil están distribuidas en más de un centenar de colonias irregulares, en algunos casos con hasta 20 años de haberse fundado como Tres Reyes, Avante y El Milagro.
Otras decenas de colonias surgieron en la última década, con la venta que de forma irresponsable hicieron ejidatarios a particulares, y estos a su vez lotificaron, para dar paso a asentamientos humanos sin servicios, y peor aún, generando contaminación al manto freático por las descargas de aguas negras.
La administración municipal concientiza a la población que la regularización de asentamientos irregulares en Cancún es un proceso nada fácil, pero que junto con los gobiernos estatal y federal serán miles los beneficiados, que por muchos años han esperado tener certeza jurídica sobre su patrimonio.
El PDU Cancún 2014-2030 incluyó asentamientos humanos, la mayoría en la periferia de la ciudad, que ya entraron a un proceso de regularización que podría llevar varios meses o años, como parte del compromiso presidencial 170 de Enrique Peña Nieto.
El boom de las zonas irregulares
Con la creación del Frente Único de Colonos (FUC), por parte de Magaly Achach Solís, en los años 80, es como dieron inicio las invasiones en este polo turístico.
Lorenzo Puc Pech, habitante de Cancún desde 1983, recordó que en aquellos tiempos la población era escasa en la ciudad, por lo que los terrenos eran dados a bajos precios, con el fin de incentivar la permanencia de los trabajadores.
“En esa época muchos éramos trabajadores que veníamos de otros estados sin familia; vivíamos en pequeños cuartos y en los hoteles, y lo que sucedió es que las autoridades comenzaron a dar terrenos, aún en la zona centro, a precios muy bajos, para hacer que formáramos patria aquí”, recordó el habitante.
El Instituto de Vivienda de Quintana Roo fue rebasado por el crecimiento poblacional, se acabaron las reservas de tierras propiedad del gobierno estatal y se tuvo que fomentar la construcción de casas de interés social por medio de inmobiliarias.
La alternativa que vieron numerosas familias fue la de invadir zonas ejidales o propiedades privadas de ejidatarios, de los ejidos Alfredo V. Bonfil e Isla Mujeres en la zona continental.
Algunos vivales lo vieron que el jugoso negocio, que sigue vigente dada la demanda de lotes. (Manuel González/QUINTANA ROO HOY)
