Redacción / Grupo Cantón.
Analistas descubren placas, batería y diseño casi idénticos a un dispositivo chino económico, lo que pone en duda su origen.
EEUU.- La Organización Trump anunció el lanzamiento de su nuevo servicio inalámbrico Trump Mobile, junto al smartphone T1, publicitando que está “diseñado y fabricado con orgullo en Estados Unidos”. Sin embargo, expertos de la industria y analistas tecnológicos han desestimado esa afirmación debido a notables coincidencias entre las especificaciones del T1 y las de un teléfono chino ya disponible en el mercado.
Todd Weaver, CEO de Purism, una de las contadas compañías que realmente fabrica teléfonos en EEUU, declaró que “no es posible cumplir con lo que prometen” sin una infraestructura nacional robusta, y que el modelo T1 parece una copia del Revvl 7 Pro 5G, producido por la empresa china Wingtech.
Max Weinbach, analista de Creative Strategies, también coincide en las similitudes, señalando que muchos componentes, como cámaras, conversores y baterías, son casi idénticos. Subraya que solo existen cinco fabricantes originales con capacidad de desarrollar este tipo de smartphones, todos con base en China.
Fabricar completamente en EEUU resultaría complejo para una entrega en septiembre de 2025, aseguran expertos. Además, aunque Trump ha incentivado la manufactura local, incluso presionando a Apple y Samsung, la cadena de suministro global mantiene su dominio. Aun los teléfonos de Purism, considerados “Hechos en EEUU”, dependen de componentes extranjeros.
La Organización Trump aún no ha respondido a estas críticas. Si bien el T1 incorpora mejoras menores en memoria, sigue sin haber evidencia clara de producción estadounidense ni componentes locales sustanciales.
