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febrero 15, 2025

Mundo

Texas refuerza la seguridad fronteriza con nuevas barreras y boyas en el Río Grande

Internacional.- El estado de Texas ha intensificado sus esfuerzos para frenar la inmigración ilegal mediante nuevas medidas de seguridad a lo largo de la frontera con México. El gobernador Gregg Abbott lideró el despliegue de un sistema de boyas flotantes en el río Grande, así como la instalación de alambre de púas en puntos estratégicos.

Estas acciones, que forman parte de la Operación Estrella Solitaria, marcan un cambio importante en la política fronteriza, coincidiendo con el inicio del segundo mandato de Donald Trump.

El pasado martes, las autoridades texanas comenzaron a ampliar una barrera flotante existente cerca de Eagle Pass, colocando boyas a lo largo de aproximadamente un kilómetro de río. El proyecto tiene como objetivo principal frenar el cruce ilegal de migrantes y mejorar la seguridad fronteriza, señaló Abbott en sus redes sociales.

“Trabajaremos estrechamente con el presidente Trump para asegurar que nuestras fronteras estén protegidas”, expresó el gobernador.

Las nuevas barreras también incluyen alambre de púas, que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha colocado en los puentes internacionales de El Paso y Ciudad Juárez, afectando temporalmente el tráfico vehicular. Estas medidas de seguridad se suman a las que comenzaron en 2019, pero con un enfoque más intensificado desde la toma de posesión de Trump.

La situación en la frontera también ha generado una respuesta inmediata de las autoridades mexicanas. El gobierno de Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha comenzado a prepararse para un posible aumento de deportaciones, habilitando albergues y recursos para recibir a los deportados. No obstante, Sheinbaum reiteró que México solo recibirá a los deportados mexicanos, mientras que a otros migrantes se les proporcionará asistencia humanitaria.

Estas nuevas políticas fronterizas se producen después de que Trump declarara una emergencia nacional para “repeler la invasión”, restableciendo además la polémica política de “Permanecer en México” para los solicitantes de asilo.

La expansión de las barreras físicas en la frontera y las nuevas medidas de seguridad subrayan el enfoque agresivo de la administración Trump hacia la inmigración ilegal, y se espera que las medidas continúen intensificándose en los próximos meses, en un contexto de creciente tensión política entre Estados Unidos y México.

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