Hong Kong comenzó hoy a imponer una cuarentena de dos semanas a cualquier persona que llegue de China continental, una medida destinada a frenar la propagación del nuevo coronavirus.
Cualquier persona que llegue de China continental está obligada a aislarse durante dos semanas en casa, en un hotel o en cualquier otro alojamiento.
Las llamadas telefónicas diarias y las visitas aleatorias permitirán a las autoridades asegurarse de que se respeta la cuarentena. Y los recalcitrantes se exponen a seis meses de prisión.
Con esta medida radical, el gobierno de Hong Kong espera frenar el flujo de personas entre China continental y el territorio.
“Vamos a parar a muchas personas”, reconoció el ministro de Seguridad, John Lee.
El gobierno anunció la medida el viernes por la noche, seis horas antes de que entrara en vigor.
Los viajeros que desembarquen en Hong Kong sin haber solucionado dónde pasarán la cuarentena serán llevados a centros de alojamiento abiertos por las autoridades.
Las personas que estuvieron en China continental en los últimos 14 días y llegaron a Hong Kong desde otro país también están sujetas a estas medidas.
Aquellos que se presenten en la frontera con un visado válido por menos de 14 días serán rechazados. En la práctica, la medida prohibirá la entrada de la mayoría de los habitantes de China continental, que suelen visitar Hong Kong con visas de siete días.
Las autoridades han reclutado voluntarios para llevar a cabo llamadas de control diarias y visitas sorpresa a personas en cuarentena.
El sábado a las 16H00 (08H00 GMT), las llegadas a Hong Kong habían caído drásticamente, a unas 9 mil, en comparación con las 96 mil del viernes.
Por tierra, se registraron 807 llegadas. Se decreto la cuarentena para 161 personas, la gran mayoría de ellas hongkoneses, además de a 18 visitantes.
A primera hora de la mañana, solo un reducido número de personas llegaban al territorio autónomo por la bahía de Shenzhen.
“Tengo que venir porque mi hija va al colegio aquí”, explicó una madre, de vuelta de 20 días de vacaciones en China continental.
“Respetaremos la cuarentena, porque es por el bien general”, aseguró.
Un guardia de seguridad, apellidado Lam, indicó que las llegadas habían aumentado en torno a un 50% en los últimos días y que la gran mayoría eran hongkoneses.
COMPRAS COMPULSIVAS
Solo hay dos puestos fronterizos abiertos entre Hong Kong y el resto de China, además del aeropuerto del territorio, cuyo número de pasajeros también cayó considerablemente.
Algunas profesiones están exentas de la cuarentena, como las tripulaciones de aviones y barcos y los conductores de camiones, en aras al aprovisionamiento de Hong Kong.
Hong Kong sigue traumatizado por el recuerdo de la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) que mató a 299 personas en el territorio en 2003.
En la última semana, una ola de pánico cundió por la ciudad, cuyos habitantes se apresuraron a comprar productos como papel higiénico, desinfectante de manos y arroz.
Con todo, el gobierno informó de que las reservas de productos son estables y desmintió rumores divulgados por internet de que el territorios se estaría quedando sin víveres.
Desde el comienzo de la epidemia del nuevo coronavirus en China, los consumidores toman de asalto los supermercados para hacer acopio de alimentos y bienes de primera necesidad, pese a que las autoridades han negado que vaya a haber un riesgo de escasez.
La epidemia del nuevo coronavirus ha matado a 722 personas e infectado a más de 34 mil 500 en China continental, según el último saldo oficial. En Hong Kong, el virus mató a una persona e infectó a 26.
Varias personas infectadas recientemente contrajeron el virus sin haber viajado a China continental, lo que hace que las autoridades de Hong Kong teman la existencia de un brote de la epidemia en el interior de la ciudad.