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julio 08, 2025

Mundo

Cierre del Estrecho de Ormuz: ¿Crisis económica a la vista?

Redacción / Grupo Cantón

El cierre del Estrecho de Ormuz tendría efectos negativos sobre la economía, principalmente en grandes economías como Estados Unidos y China.

Cancún.- El Estrecho de Ormuz es uno de los pasajes marítimos más estratégicos del mundo, conectado al Golfo Pérsico, que facilita la navegación entre el Oriente Medio y el resto del planeta. Cada día, a través de este estrecho transitan aproximadamente 20 millones de barriles de petróleo, lo que representa alrededor del 30% del comercio global de crudo. Su relevancia es incuestionable, no solo para los países productores del Golfo Pérsico, como Arabia Saudita, Irán y los Emiratos Árabes Unidos, sino también para potencias económicas como Estados Unidos, China y Japón, que dependen del flujo constante de este recurso vital.

El cierre del Estrecho de Ormuz tendría repercusiones significativas en el comercio global, especialmente en los mercados energéticos. En primer lugar, se generaría un desajuste inmediato en el suministro de petróleo, lo que elevaría los precios a nivel mundial. Las grandes economías como Estados Unidos y China, que dependen de fuentes externas para cubrir su demanda energética, enfrentarían costos de energía más altos, lo que afectaría tanto a la industria como al consumidor final.

Además, un cierre prolongado podría desencadenar una crisis económica global. Si bien existen rutas alternativas para el transporte de petróleo, como el canal de Suez o el oleoducto Trans Arabia, estas alternativas no tienen la capacidad para reemplazar el volumen de crudo que transita por Ormuz. Los precios más altos del petróleo afectarían las cadenas de suministro, desde la fabricación hasta la distribución de productos, incrementando el costo de vida de millones de personas.

Desde una perspectiva geopolítica, un cierre del Estrecho también podría generar tensiones internacionales. Estados Unidos, al ser uno de los mayores consumidores de petróleo y con una presencia militar significativa en la región, podría verse obligado a intervenir militarmente para garantizar el acceso libre al estrecho. De igual manera, los países productores de petróleo en la región verían una disminución en sus ingresos por exportaciones, lo que podría incidir en la estabilidad de la región y, por ende, en los mercados internacionales.

El cierre del Estrecho de Ormuz podría, además, reconfigurar las relaciones de poder en el comercio mundial, con un posible aumento en la competencia por nuevas rutas energéticas y una revalorización de otras fuentes de energía, como el gas natural o las energías renovables.

En resumen, el Estrecho de Ormuz no solo es una vía crucial para el transporte de petróleo, sino que también es un punto neurálgico que afecta a las economías globales, la política internacional y la seguridad energética mundial. Un cierre de este paso marítimo alteraría la estabilidad de los mercados y podría derivar en un panorama económico y geopolítico mucho más tenso en los próximos años.

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