A las 5:56 de la tarde, una carroza salió del Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo, en ella iban los cuerpos de las dos colombianas Tatiana García Guzmán y Dayana Sánchez García, quienes murieron a consecuencia de las quemaduras que les provocó el choque del Ferrari rojo, la noche del lunes en la Autopista del Sol.
Al mediodía, llegaron las madres de las jóvenes acompañadas por otras cuatro personas. Entran al Semefo y el fiscal regional, Ernesto Jacobo García, les hace la primera parada. Les advierte que primero declaren, concluyan con los trámites y después entren a las planchas a reconocerlas. Les alarga la escena escalofriante.
Pasan casi cinco horas y otra vez las madres de Tatiana y Dayana vuelven al Forense. Todo está listo para al entrega de los cuerpos, pero sólo falta algo: que las reconozcan visualmente. Por la puerta principal se ve cómo atraviesan las dos mujeres; entran al salón donde procesan los cuerpos. Tardan minutos. Las dos salen llorando, con las manos en el rostro. Se abrazan con los demás. Se escuchan los llantos. Finalmente se toparon con la muerte de sus hijas.
Todos los familiares se niegan a hablar, son claros: “No estamos, ni daremos entrevistas”. Pasa una media hora, la carroza se perfila a la rampa de acceso de las cámaras frigoríficas del Semefo. Sale y se ponen en medio del estacionamiento. El chofer espera a que los familiares salgan y aborden los dos autos en los que llegaron.
Los abordan y los dos autos comienzan a seguir a la carroza. En ese momento el paso de Tatiana y Dayana terminó.
Tatiana murió la madrugada del miércoles y Dayana este jueves. Las dos sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado en casi el 90% del cuerpo. Según el reporte clínico murieron por una acidosis metabólica severa como consecuencia de la profundidad y extensión de las heridas.
Tatiana y Dayana viajaba del puerto de Acapulco a la Ciudad de México en un vehículo Ferrari rojo la noche del lunes. El auto por el exceso de velocidad de estrelló sobre el muro de contención y después contra un autobús de pasajeros.
A las mujeres las rescataron y las trasladaron al hospital de Chilpancingo, donde murieron días después.
El vocero del Grupo Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Álvarez Heredia, informó que según las primeras investigaciones, hay una declaración de un testigo que dijo que vio cómo un carro BMW rescató al chofer del Ferrari y se lo llevó, dejando ahí a las dos mujeres.
Según el testigo, el BMW iba siguiendo al Ferrari, como si fue un carro escolta, dijo el vocero.
Primero, por la coincidencia de las placas, se especuló que el chofer era Alberto Sentíes Palacios, mejor conocido como #LordFerrari, por tratarse del mismo auto con el que se ganó el mote.
Hallan a chofer. La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que ya localizó al chofer del Ferrari rojo que la noche del lunes en la Autopista del Sol chocó y después se incendió.
En el auto lo acompañaban Tatiana, de 25 años, y Dayana, de 22, ambas de nacionalidad colombiana, quienes por las quemaduras que sufrieron murieron tres días después.
El vocero del Grupo Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, informó que el chofer fue localizado, pero se negó a revelar su identidad, el lugar donde se encuentra.
Álvarez Heredia dijo que en los siguientes días la fiscalía lo llamará para rendir su declaración ministerial sobre el accidente y la muerte de las dos jóvenes.
También informó que la fiscalía llamó a declarar a Alberto Sentíes Palacios, mejor conocido como #Lord Ferrari. El citatorio es para este 2 de marzo en las instalaciones de la fiscalía del estado.
El vocero indicó que la Policía Federal determinó que de acuerdo con las placas del vehículo accidentado, el propietario es el #LordFerrari, por tanto, resulta indispensable conocer la información que pueda aportar al Ministerio Público.
Sin embargo, este jueves sobre todo en redes sociales, comenzó a circular una fotografía de Iván Borbolla o Iván de la Borbolla con una de las colombianas y se dijo que podría ser el chofer del Ferrari. Hasta el cierre de esta edición no fue confirmado.
FUENTE/ EL UNIVERSAL
