Juan R. Hernández / Grupo Cantón
Claudia Sheinbaum afirmó que las modificaciones no otorgan poderes de vigilancia indiscriminada al gobierno.
Ciudad de México.- La Jefa del Ejecutivo Federal, Claudia Sheinbaum, desmintió que la nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión pretenda espiar o censurar a la población, como ha señalado la oposición. Afirmó que las modificaciones no otorgan poderes de vigilancia indiscriminada al gobierno y recordó que durante el sexenio de Miguel Ángel Mancera, cuando era jefa delegacional en Tlalpan, fue víctima de un intento de espionaje.
“Nosotros no espiamos. Que no se confundan. Ellos sí nos espiaban. A mí me dijeron en su momento que iban a intervenir mi cuenta de correo”, declaró la mandataria.
Y añadió:
“La CURP biométrica tampoco será usada para geolocalizar a nadie sin orden judicial. Esa es una mentira más de la oposición”.
Por su parte, José Antonio Peña, titular de la Agencia de Transformación Digital, explicó que los artículos señalados como polémicos —como el 183 del dictamen aprobado en el Senado— ya estaban en la legislación vigente desde 2014, sin cambios sustanciales.
Subrayó que la colaboración con las autoridades para la localización de dispositivos móviles en tiempo real está sujeta a una orden judicial, como lo establece la Constitución y ha ratificado la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“El gobierno no puede, no debe y no tiene mecanismos para acceder a información sin orden de un juez. Eso no cambia con esta ley. No se permite espionaje alguno”, dijo.
Casos de espionaje
Desde la Dirección Federal de Seguridad (DFS), que operó bajo José López Portillo, se espió a líderes de izquierda como Heberto Castillo y periodistas como Manuel Buendía. En el sexenio de Miguel de la Madrid, Cuauhtémoc Cárdenas fue uno de los blancos; con Carlos Salinas, el CISEN monitoreo al EZLN.
Ernesto Zedillo fue acusado de espiar a Porfirio Muñoz Ledo y Rosario Ibarra. Con Vicente Fox, hubo seguimiento a Andrés Manuel López Obrador en el contexto de su desafuero. Felipe Calderón utilizó vigilancia contra periodistas como Carmen Aristegui y políticos como Marcelo Ebrard.
