¿Sabes cómo funcionaban antes las recetas de belleza? Y no me refiero al “antes” de la generación de tu mamá o abuela, vayamos mucho más atrás, a esas mujeres de la edad media o de las cortes imperiales de oriente, en aquel entonces los químicos y los cosméticos producidos en serie eran una completa irrealidad y aunque cada mujer tenia sus propias recetas y secretos, muchos de estos fueron los precursores de los primeros productos de salud estética y belleza a nivel mundial.
Es importante estar atentos a mantenernos bien hidratados y tener una alimentación balanceada día a día, pero una saludable costumbre extra que se sigue ejerciendo, de hecho, en muchos países de Asia y Europa es el consumo diario de infusiones y té.
Si bien es cierto que muchos ingredientes de infusiones sirven para tu salud, es una realidad que también ciertas infusiones también ayudan a tu belleza, este es el caso del té de rosas, el cual es muy fácil de preparar en casa con cualquier especie de rosa que cultives en casa (jamás compres rosas si vas a consumirlas pues desconoces los químicos con los que fueron tratadas).
Las infusiones de rosas preferentemente frescas, te proveen de un alto nivel de vitamina C, la cual fortalece nuestro sistema inmune, pero además promueve la salud de nuestra piel y huesos.
Las rosas además al poseer un efecto diurético, nos ayuda a regular la retención de líquidos y a depurar el organismo. Por si fuera poco las infusiones de rosas nos proveen de polifenoles que nos brindan propiedades antioxidantes y con ello disminuimos las muestras de cansancio o de edad en la piel y en todo el cuerpo.
Pero si aún quieres algo más de esta infusión, te comparto su súper poder femenino y esto es, que alivia los dolores de la menstruación, al beber esta infusión con una cucharadita de miel de abeja.
Y bien, ahora que tengo tu atención te daré la súper receta para preparar esta poderosa infusión:
Deshoja y lava únicamente con agua, de cinco a seis pétalos (por porción). Hierve una a dos tazas de agua y apaga el fuego, agrega los pétalos y cubre por 10 minutos, cuela y endulza de ser necesario con miel y ¡listo!
Consume tanto té como desees. Los resultados te sorprenderán a la tercer semana de beberlo diariamente.
