El hambre es la sensación fisiológica que se presenta cuando han transcurrido varias horas después de la comida, es una necesidad vital.
Mientras que el apetito es una elección psicológica, es el deseo de consumir por placer, tiene que ver con nuestros antojos y costumbres. Cuando tenemos una mala alimentación comemos más por antojo que por necesidad, esto lleva a que no estemos realmente satisfechos y busquemos compensar comiendo cualquier cosa.
El apetito puede estar relacionado con nuestras emociones, es una forma de obtener gratifcación sin pensar en el valor nutricional. Si lo que sientes no es hambre probablemente lo que te esté empujando a comer sea el aburrimiento, estrés o enojo.
Por otro lado, el comer de forma rápida y mecánica por falta de tiempo, es un mal hábito que genera descontrol, ya que es más difícil que notes cuando estás satisfecho.
Otro mal hábito es saltarte los horarios o no llevar una rutina en tus tiempos de comida, el no anticipar tus comidas hará que comas más de lo que necesitas, sin importar la cantidad, ni calidad de los alimentos.
El doctor Wansink en sus investigaciones sobre Psicología de la Alimentación encontró que comemos por muchas razones, pero generalmente no por sentir hambre. Descubrió que el no ser conscientes del hambre y la saciedad conducen a una alimentación descontrolada, a comer en exceso y al aumento de peso.
Observó que tener la comida visible puede empujarnos a consumirla más fácilmente, por lo que es recomendable colocar a la vista alimentos saludables y evitar tener al alcance alimentos poco nutritivos.
Utilizar platos pequeños, así como menos de dos cosas en el plato, hará que comamos menos porciones, de lo contrario aumentará nuestra ingesta.
El tener distracciones hace que no estemos conscientes de la cantidad que ingerimos, de ahí la importancia de no tener a la mano aparatos electrónicos.
Saber leer las etiquetas de los productos y comer despacio también ayuda a reducir la tendencia a comer en exceso. Por lo anterior es importante que conectes con tus sensaciones antes de comer. Cuando comas, hazlo de forma consciente, no hagas nada más, experimenta el placer de alimentarte y saborea cada bocado.
Recuerda que debes planificar tus tiempos de comida en horarios, elige una alimentación equilibrada. Realizar actividad física y descansar adecuadamente ayudarán a mejorar tu estado de ánimo y a disminuir el estrés.
