¿Los 4 fantásticos de la alimentación o los villanos de la nación?
Estos cuatro nutrientes hoy día juegan un papel importante en la salud y enfermedad cardiovascular, los estudios de investigación en nutrición reportan que las cantidades y frecuencia de consumo de estos nutrientes son, sin duda los dos grandes elementos de su efecto nocivo o positivo para la salud.
Hipócrates hace de manera acertada un regalo al mundo con su pensamiento “Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento”.
En el caso específico de la grasa, está muy bien demostrado que no es dañino consumir grasa saturada, contenida por ejemplo en la mantequilla, carnes rojas, sino más bien la cantidad es lo que ha demostrado su efecto nocivo, al igual que la frecuencia y tipo de grasa, generalmente, las grasas saturadas son estimulantes del apetito muy potentes en olor y sabor por eso ejercen un efecto irresistible, por tanto la indicación es intercambiar las grasas para cocinar y consumir carne roja una vez a la semana y optar por consumo diario de grasas monoinsautaradas como por ejemplo: cacahuates, cacao, almendras, nueces, aguacate, aceite de oliva y grasas polinsaturadas como las del pescado, avellana, aceite de maíz, soya, mantener un consumo de por lo menos cuatro veces a la semana, estas indicaciones de consumo han demostrado favorecer salud cardiovascular.
En el caso del azúcar esta debe estar dosificada. La fructosa, azúcar de las frutas, debe consumirse directamente de la fruta, no como ingrediente de las bebidas embotelladas que han demostrado efecto directo para enfermar al organismo.
El azúcar de la leche llamada lactosa, se ha comprobado científicamente que un adulto no necesita consumirla, sin embargo al ser un vehículo para incluir cereal y fruta se puede limitar a una ración al día prefiriendo leche o yogur descremado.
El azúcar de caña, definitivamente la dosis debe ser mínima, de igual manera debe limitarse la frecuencia sobre todo cuando está incluida como ingrediente en bebidas o repostería.
El colesterol, su frecuencia y dosis recomendada debe ser limitada, por ejemplo alimentos como los huevos, mariscos deben considerarse dos a tres raciones a la semana y cantidades controladas, de igual forma evitar el consumo frecuente como ingrediente contenido, por ejemplo en la repostería y mayonesa. “La salud es vital”
