La mayor parte de los alimentos que conforman la dieta occidental forman residuos ácidos dentro del organismo. Estos ácidos representan una carga para los órganos de eliminación como los riñones y el hígado y su acumulación en el cuerpo, es decir el exceso de acidez es responsable de las enfermedades crónico-degenerativas que afectan actualmente a nuestra sociedad como la diabetes, hipertensión, obesidad y cáncer, entre otras.
La cura para muchas de las enfermedades está en alcalinizar el cuerpo. Esto genera una mayor oxigenación y una mejor circulación sanguínea creando un ambiente saludable para nuestras células propiciando un mejor funcionamiento de órganos y sistemas generando un estado de salud y bienestar.
Alimentarse de manera alcalina significa consumir alimentos frescos lo más natural posible. Procurando una dieta predominantemente vegetariana, con abundantes verduras crudas y cocidas, frutas y pequeñas cantidades de granos enteros, semillas y leguminosas.
Dentro de los alimentos más alcalinos encontramos a la alcachofa, algas marinas, aguacate, brócoli, coliflor, berros, col rizada, espinacas, espárragos, jitomate crudo, pimienta de cayena, poro, lima, limón, melón, kiwi, piña, toronja, uva, pasas. Estos tienen un pH entre 8.5 y 9, es decir muy alcalinizantes.
Le siguen en grado de alcalinidad con un pH de 7.5 a 8 el apio, betabel, calabacita, chícharo fresco, col, ejotes, germinados de alfalfa, nabo, zanahoria, lechuga, manzana, mango, nectarina, durazno, chabacano, papaya, pera, pimiento, plátano poco maduro, vinagre de manzana.
Continuando en la escala de pH de 7 se encuentran las aceitunas y el aceite de oliva extravirgen, almendras, nuez de la India, amaranto, cebada, mijo, hongos, cebolla, jitomate cocido, el agua de coco y su pulpa, pepino, rábano, queso de cabra, frutos rojos, soya y sus derivados, berenjena.
Otros alimentos a considerar para complementar serían cereales integrales como arroz integral, avena, amaranto, trigo integral, frutas deshidratadas sin azúcar como arándanos, bayas de goji, chabacanos, para enriquecer granolas.
Jarabe de maguey, miel orgánica, hierbas aromáticas, mantequilla sin azúcar de avellanas, almendras, cacahuate, aceite de coco y leche de coco, vinagre de manzana y balsámico, salsa tamari, salsa de soya, sal de mar.
Es recomendable al despertar tomar un vaso de agua caliente con medio limón que es muy alcalinizante que ayudará a preparar y mejorar la función digestiva.
