JESÚS VÁZQUEZ
GRUPO CANTÓN
CANCÚN. El añejo conflicto que se vive en el fraccionamiento Green 16 de Pok Ta Pok, en la zona hotelera de Cancún está escalando a graves niveles de violencia verbal, acoso y amenazas de muerte que los propios residentes denuncian públicamente.
El día de ayer lunes, el conflicto estuvo a punto de escalar hasta los golpes luego de que la Dirección de Desarrollo Urbano acudió a colocar sellos de clausura, por obras no autorizadas dentro de zonas comunes del fraccionamiento, así como al interior de departamentos, que según versiones de los residentes, han sido ocupados ilegalmente por empleados del ciudadano de origen español Julián Román Ramírez De La Piscina Peña.
Los vecinos aseguran que poco a poco, Ramírez de la Piscina ha ido despojando a antiguos propietarios de alguno de los 166 departamentos que conformen todo el complejo, aprovechándose en muchos casos de que muchos residentes son personas de la tercera edad.
El conflicto, según los testimonios de los vecinos, se remonta a 1984, cuando Fonatur cede los terrenos sobre los que actualmente Green 16 a la empresa Constral, la cual lotifica y construye y comercializa todo el complejo de departamentos, pero sin poder entregar las escrituras de los inmuebles.
La primer venta de los inmuebles es desconocida muchos después por la misma empresa, aprovechándose de que no hay escrituración de los departamentos, según relató uno de los afectados.
Es así, que muchos de los propietarios que actualmente ya rebasan los 65 años han sido objeto de desalojos por parte de empleados de Ramírez de la Piscina, quienes aprovechan cuando estos salen de su propiedad, para cambiar la cerradura de la vivienda y evitar que los legítimos dueños puedan ingresar, según los testimonios recabados entre los residentes.
En lo departamentos que presuntamente ha ido ocupando Ramírez de la Piscina mediante este modus operandi, se han realizado modificaciones para acondicionarlos como cuartos de hotel que serían comercializados bajo esta modalidad.
Estas acciones, señalan, se han venido dando en plena complicidad con la autoridad desde la policía turística hasta autoridades del municipio, pues desde el 2017, muchos de los propietarios se encontraron con la sorpresa de que ya no podían pagar su predial porque los predios se habían unificado y cada que se realiza alguna acción ilegal, la policía los protege.
El día de ayer en que Quintana Roo Hoy acudió a constatar una visita de personal de la Dirección de Desarrollo Urbano para colocar sellos de clausura en las obras no autorizadas, personal del restaurante Green 16, propiedad de Ramírez de la Piscina, agredió a este reportero mientras tomaba imágenes y video de la entrega de un citatorio y demás documentación oficial para iniciar las diligencias sobre este caso.
En todo momento, empleados del hotel del mismo nombre que opera dentro del fraccionamiento nos solicitaron abandonar espacios comunes del complejo, argumentando que se trata de propiedad privada.
