De acuerdo con Banco Base, lo anterior se debió a un fortalecimiento generalizado del billete verde frente a sus principales cruces, ante un regreso de la aversión al riesgo en los mercados financieros globales.
Las presiones al alza para el tipo de cambio se deben a una combinación de diferentes factores.
Por un lado, el mercado asimiló la decisión de política monetaria de la Reserva Federal, que incrementó su tasa de interés en 25 puntos base a un rango de entre 1.75 y 2.0 por ciento respectivamente, ante la fortaleza que la economía estadunidense ha mostrado en meses recientes.
Asimismo, la demanda por dólares en el mercado cambiario subió, luego de que las preocupaciones sobre el futuro del crecimiento económico global se incrementaron ante la posible desaceleración de la economía de China.
La producción industrial de China en mayo creció de forma anual 8.6 por ciento, por debajo de lo esperado por el mercado, mientras que las ventas minoristas crecieron al año 8.5 por ciento durante el mismo mes, al ser este el menor ritmo observado desde junio de 2003.
La aversión al riesgo también aumentó debido a que durante la sesión se reavivaron los temores por el desarrollo de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, luego de que se anunciara que este viernes la Casa Blanca publique una lista de productos importados de esa nación a los que impondrá aranceles.
Ante esto, no se descarta un incremento en las tensiones comerciales entre las dos principales economías a nivel global, pues el Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que el progreso obtenido en las conversaciones con la administración estadunidense se perderá si se decide aplicar nuevos aranceles a productos provenientes de su país.
Por otra parte, este jueves el Banco Central Europeo (BCE) decidió mantener sin cambios sus tasas de interés, y anunció un recorte en su programa de compra de bonos de 30 mil a 15 mil millones de euros a partir de octubre, y confirmó su conclusión a final del año.
La postura acomodaticia del BCE, junto con los comentarios poco positivos de su presidente Mario Draghi, sobre el crecimiento económico de la Eurozona, llevaron al euro a cerrar la sesión con una depreciación de 1.76 por ciento.
A su vez, el peso argentino alcanzó un máximo histórico de 27.98 pesos por dólar, debido a un incremento en la incertidumbre por el futuro de la política monetaria del país, luego de que un informe revelara la posible dimisión de altos funcionarios del Banco Central de la República Argentina en los próximos días.
La depreciación de la moneda argentina también se debió a las preocupaciones sobre el crecimiento de la economía de esa nación ante una posible huelga de camioneros, que podría dañar las principales vías de abastecimiento del país. En el año, el peso argentino acumula una depreciación de 50 por ciento.
En ese sentido, el dólar libre se vendió hasta en 21.19 pesos, seis centavos más comparado con la víspera, y se compró en un precio mínimo de 19.70 pesos en bancos de la capital del país.