Redacción / Grupo Cantón
Lily Phillips y Bonnie Blue dejaron atrás vidas convencionales para convertirse en millonarias estrellas de OnlyFans, entre récords sexuales y polémicas.
Viral.- De una infancia acomodada al centro de la controversia digital, Lily Phillips y Bonnie Blue representan un fenómeno moderno: el salto de mujeres jóvenes desde estilos de vida convencionales hacia carreras hiperexpuestas en la industria del contenido sexual, con millones en ingresos, fama viral y debates encendidos.
Lily Phillips, británica de 23 años, soñaba con tener una boutique de vestidos de novia. Creció entre comodidades, coches de lujo y vacaciones familiares, pero hoy es conocida mundialmente por haber tenido sexo con 100 hombres en un solo día, un acto que fue documentado en YouTube y que disparó su carrera en OnlyFans.
Phillips afirma sentirse empoderada por su independencia económica y sus más de 36 mil suscriptores de pago.
“Soy una mujer que paga su renta y gana buen dinero. Soy feminista, al cien por ciento”, dijo en entrevista.
También reveló haber enfrentado consecuencias legales: Airbnb la vetó tras utilizar un departamento para su maratón sexual.
Bonnie Blue, nombre artístico de Tia Billinger, comparte una historia con puntos en común. Criada en Nottingham y exconsultora de reclutamiento, dejó el Reino Unido rumbo a Australia para iniciar una carrera en la industria del sexo con el apoyo de su entonces esposo. Hoy, con solo 25 años, gana £600,000 al mes y ha declarado haberse acostado con 1,057 hombres en 12 horas.
A pesar de la controversia, Bonnie ha expresado su deseo de ayudar a otras mujeres, como financiar tratamientos de fertilidad. También desmintió rumores sobre un posible embarazo, calificando como “irresponsable” mentir sobre algo así.
Ambas mujeres se han convertido en símbolos, tanto de libertades individuales como de una era donde la viralidad y los ingresos digitales desafían normas tradicionales.
Lily, por su parte, ha defendido el consumo de pornografía, que asegura haber conocido desde los 11 años. “No creo que sea algo malo, en moderación. Me ayudó a entender muchas cosas”.
Sin embargo, también ha impuesto límites estrictos en su trabajo: no besa a sus compañeros ni mantiene conversaciones previas.
“Los besos están sobrevalorados. Puedes enfermarte seriamente”, dijo en el pódcast Stiff Socks.
Ambas historias exponen no solo una transformación personal, sino un reflejo de cómo plataformas como OnlyFans han reconfigurado los caminos hacia el éxito, el escándalo y la autonomía financiera.
